Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar
Después de escuchar el refrán me gustaría saber a quién se le ocurrió la peregrina idea de que la acera es para parquear motos. Aunque si sé que es cada día más común verlo en esta Yucayo, la Bella. Y que en ocasiones las colocan muy cuidadosamente de manera transversal a ese sitio destinado al paso de peatones, como para que no haga usted ni el intento de pasar sin bajarse a la calzada. Y que no se la empañe.
El objetivo, según algunos de los que lo hacen, es cuidarlas, aunque no me imagino por qué se necesita situarlas allí, si en realidad se quedan a su lado mirándolas, pasándoles el trapo donde no brillan lo suficiente y discutiendo con los amigos sus virtudes de velocidad y economía de combustible. Disfrutándolas sin perderlas de vista.
Sin ver, en cambio, a quién obligan a bajarse de la acera a la vía, sea madre con coche infantil, anciano, persona con discapacidad o sencillamente usted, que intenta hacer de ella el uso racional para lo que fue construida y no arriesgarse a caminar por el pavimento, lo que podría ir en contra de su seguridad y hacer que incluso se le multe por incumplir con la Ley del Tránsito.
Y hablando de sanciones, según la Ley 109 del Código de Seguridad Vial de Cuba, está prohibido el parqueo en las aceras, ya que éstas están destinadas exclusivamente al uso peatonal. El artículo 80 del Código establece que los vehículos no deben estacionar en esos lugares, ya que esto obstruye el paso de caminantes y representa un peligro para su seguridad.
Sé qué no son los únicos. También hay conductores de autos que hacen lo mismo, vecinos que depositan escombros; colas para adquirir productos; “refrigeradores”, como comúnmente se conoce a esos dispositivos de comunicaciones que están firmemente anclados en estas áreas y otras muchas variantes y formas de taponar ese lugar que debía ser únicamente para quienes caminan.
Pero creo que la forma menos lógica, la más irracional e innecesaria, es esta moda del estacionamiento de motos. Además, la más fácil de eliminar, sólo con aplicar lo que está legislado.
No hay que crear comisiones, analizar, inventar, racionalizar ni importar nada para resolverlo.
Ojalá alguien tome parte en el asunto y dejemos de verlas sobre las aceras de esta Matanzas confusa que algunos no se atreven a pintar.