1 de mayo de 2024

Radio 26 – Matanzas, Cuba

Emisora provincial de Matanzas, Cuba, La Radio de tu Corazón

Aquella noche brutal en el teatro Villanueva

Muchos hubiesen preferido olvidar lo que ocurrió esa noche. Los golpes y disparos a mansalva violentaron la tranquilidad del público. Tres muertos, varios heridos y hasta el alevoso deseo de quemar el teatro con las personas dentro marcaron los sucesos del Villanueva.

Muchos hubiesen preferido olvidar lo que ocurrió esa noche. Los golpes y disparos a mansalva violentaron la tranquilidad del público. Tres muertos, varios heridos y hasta el alevoso deseo de quemar el teatro con las personas dentro marcaron los sucesos del Villanueva.

Cuentan que los vestidos de las señoras, las cintas y flores del tocado fueron raídos por las puntas de las bayonetas de aquel Cuerpo de Voluntarios; los mismos uniformados que habían sido calificados de pasivos por el periodista español Gonzalo Castañón. Toda violencia era insuficiente para dicho periodista español que tanto había insistido en flagelar los ánimos independentistas de los exiliados, al punto de tildar a sus mujeres de prostitutas. Más tarde su nombre volvería a ser un golpe sordo en nuestros oídos tras la injusta acusación contra los ocho estudiantes de Medicina por supuestamente profanar su tumba.

Lo cierto es que de pacíficos tuvieron muy poco aquellos voluntarios  el  22 de enero de 1869, cuando recurrieron a la violencia más despiadada tras los vítores del público de Viva Cuba Libre, durante la representación  de la obra Perro huevero, aunque le quemen el hocico.

Pero a pesar del sufrimiento atribuido a la fecha, y los intentos de castigar cualquier manifestación como esta, los acontecimientos del Villanueva escribieron una página singular en la historia de Cuba.

Era imposible callar por más tiempo ese sentimiento patriótico forjado en la nación y defendido hasta las últimas consecuencias por hombres como Céspedes; era innegable el poder de la escena para proclamar las ansias de un pueblo por su independencia.

De esa noche nacieron los versos martianos que describen el trágico suceso: “El enemigo brutal/Nos pone fuego a la casa: / El sable la calle arrasa,/A la luna tropical./ Pocos salieron ilesos/ Del sable del español:/ La calle al salir el sol,/ Era un reguero de sesos.”

Mas, esa misma noche inspira cada año la celebración por el Día del Teatro Cubano, cuyo movimiento en la Isla cuenta con el sólido reconocimiento internacional y a través de esta conmemoración ratifica el valor de las artes escénicas, y su impronta, siempre al lado de las causas justas.

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