Aún me perturban la sorpresa de saberla distante y el dolor tras la intempestiva noticia de su partida. La muerte, cual insólito susurro, reclamó su presencia en el podio de grandes y ella, en sagaz efluvio, sucumbió a su cálido abrazo.
Apenas 69 años escribía en su existencia, pero bastaron esas seis décadas y más de puro talento y firmeza, para dejar un legado artístico inigualable y un vacío irreemplazable en los corazones de quienes tanto la admirábamos.
Nacida el 12 de octubre de 1954, Corina Emilia Mestre Vilaboy se destacó por la versatilidad y el compromiso que destelló en cada tarea desde que se graduó del Instituto Superior de Arte en 1981 y que evidenció tras su incursión en las más diversas facetas del teatro, el cine, la televisión y la radio, que le valieron reconocimientos y lauros, incluyendo, entre otros, las medallas Alejo Carpentier y Nicolás Guillén, la Distinción por la Cultura Cubana, así como los Premios Caricato, Hola de la Asociación de Artistas y Críticos Hispanos de New York y el prestigioso Premio Nacional de Teatro 2022.
Merecedora además de los Premios Nacional de la Enseñanza Artística y el Maestro de Juventudes por sus méritos en el magisterio, llevó sus interpretaciones a las tablas de tierras foráneas como Moscú, Venezuela, México, Portugal, Nicaragua, España y Estados Unidos, donde los espectadores atestiguaron su profesionalidad y destreza.
La aclamada actriz es ampliamente recordada por su histrionismo y pericia artística en dramatizados televisivos como Pasión y Prejuicio, El eco de las piedras, Salir de noche, Doble juego y, principalmente, La casa de Bernarda Alba. Prestó su voz, de igual forma, al quehacer de las emisoras Radio Habana Cuba y Habana Radio y es imposible olvidar su presencia en más de 70 obras del Grupo Teatro Estudio y su vasto periplo con el teatro para niños y el Movimiento de la Nueva Trova.
Asimismo, asumió otras responsabilidades como Profesora Auxiliar, Titular y Jefa de Cátedra de Actuación del Instituto del que egresó. Fue vicepresidenta de la Asociación de Artistas Escénicos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), compartió sus conocimientos, desde la docencia, en diversos talleres de dirección de actores en la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños y mantuvo una incesante defensa de la obra revolucionaria y las conquistas del socialismo.
Tristemente el alba de junio de 2024 trajo a la mayor de las Antillas el deceso de su Corina. Las redes sociales y los medios de comunicación se hicieron eco de la infortunada novedad para manifestar el cariño y la admiración de Cuba hacia una de sus más radiantes estrellas. Hoy, el cielo le abre sus puertas, mas la grandeza de su ser y el recuerdo de su legado perviven, cual eterno aplauso, en el corazón de su pueblo.