9 de septiembre de 2024

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¡Yanquis, Go Home! y Cuba campeón mundial

"El propio Fidel nos dijo, al regreso, que no pudo terminar de escuchar el juego sentado, que se levantó y caminó de un lado a otro, y que contó todos los fouls que dio el "Curro" antes de pegar el jit".
Curro

Al regreso del Mundial de 1969, Fidel le dijo a los peloteros que contó hasta los fouls en el juego decisivo. Foto: Archivo de Granma

Tenía solo 20 años y si bien había representado a su país en una lid cuadrangular un año antes en México, para él, quien venía de un humildísimo hogar en la barriada de Marianao, todo lo que veían sus ojos era nuevo. La gradería parecía la del Estadio del Cerro, que lo vio estrenarse en 1967, con el equipo Habana, campeón de esa VII Serie, en la que él fue el novato del año.

«Lo que más me impresionó fue el apoyo de los aficionados. Yo me decía, no podemos perder con un público que se nos entrega tanto. Me sentí orgulloso de mi país, de mis padres, de mi Revolución, cuando al entrar al terreno la ovación era atronadora. Fuimos ganando cada partido y en todos anotamos más de ocho carreras, excepto frente a México, al que derrotamos por 5-3 en un juego que perdíamos por 3-0 hasta el quinto inning».

Rodolfo Puente, conocido como el «Chico» y por los aficionados como el «Jabaito Puente», fue uno de los 18 peloteros que integraron el equipo Cuba al Campeonato Mundial de Béisbol, en Santo Domingo, en 1969. Allí comenzó a levantar la leyenda que lo ha convertido en el pelotero que más título del orbe posee, con ocho.

«Yo no soy el hombre de ese Mundial, hay muchos que tuvieron un peso importante. Owen Blandino fue el líder de los bateadores, con average de 500; primero en jits (20) y anotadas (13); Fermín Laffita encabezó los triples (3), los jonrones (3) y las impulsadas (16). Pero lo del «Curro» Pérez, eso sí fue una leyenda. Creo que es de lo más grande que hemos vivido en torneos internacionales».

El lanzador matancero Gaspar Pérez recibió la pelota en el quinto inning del desafío crucial ante Estados Unidos, que ganaba por 1-0, defendido desde la lomita por un certero trabajo del zurdo Larry Osborne, quien llegó al octavo capítulo con solo dos jits permitidos, uno de ellos el doble de Puente sobre una curva.

«Cuando Lázaro Pérez abrió ese episodio con jit, todo el estadio empezó a exclamar ¡Yanquis, Go Home!», nos cuenta Puente, quien dijo que esa frase ya la habían escuchado durante el choque.

Respondía a la agresión de marines estadounidenses en República Dominicana, el 28 de abril de 1965, para frenar la voluntad popular de reponer al gobierno de Juan Bosch, quebrado por un golpe de Estado. El líder del Partido Revolucionario Dominicano fue electo presidente en febrero de 1963, tras lo cual proclamó una nueva constitución; otorgó derechos impensados hasta el momento, como los laborales y los de libertad sindical, incluyendo la participación obrera en las ganancias de las empresas. Prohibió el latifundio, reconoció el derecho a la tierra solo para personas físicas dominicanas, impidiendo que extranjeros compraran tierras productivas, y respaldó los derechos humanos y políticos plenamente.

Era demasiado para el imperio, entonces presidido por Lindon B. Johnson y, con el pretexto del fantasma del comunismo, se lanzó a su ya acostumbrada «ayuda humanitaria».

«Aquel grito retumbaba con más fuerza después que yo toqué la pelota para que Lázaro avanzara a segunda y aún más cuando el «Curro» pegó el jit que empató el encuentro. Isasi volvió a tocar y pusimos a otro hombre en la intermedia, que anotó por el cohete de Rigoberto Rosique. Del resto se encargó el «Curro» en el noveno».

Los dos equipos llegaron invictos a esa noche del 26 de agosto de 1969, hace 55 años. Era el último partido, el de la medalla de oro. Sobre los cubanos pesaban la derrota frente a los estadounidenses en los Panamericanos de Winnipeg-1967 y otras dos en la cuadrangular de 1968, en tierras mexicanas. «La motivación era grande, pero la tensión también. El propio Fidel nos dijo, al regreso, que no pudo terminar de escuchar el juego sentado, que se levantó y caminó de un lado a otro y que contó todos los fouls que dio el «Curro» antes de pegar el jit».

Al hoy vicepresidente de la Federación Cubana de Béisbol aún lo toma la emoción. «Sí, gané siete mundiales más, en uno decidí el torneo, en otro fui líder de los bateadores, pero ninguno fue como aquel, bajo la dirección de un joven que se ganó el sobrenombre de «mago», pero la verdad que era un genio: Servio Borges le dio el bate al «Curro», porque llevó seis lanzadores que daban strikes, pero que no eran fáciles ponerles out. Yo creo que él sabía que uno de ellos sería el Héroe de Quisqueya y ese fue el «Curro»».

EQUIPO CUBA CAMPEÓN MUNDIAL DE 1969

Receptores: Lázaro Pérez y Ramón Echavarría. Cuadro: Felipe Sarduy, Andrés Telemaco, Félix Isasi, Rodolfo Puente, Antonio González y Owen Blandino. Jardineros: Silvio Montejo, Fermín Laffita, Agustín Marquetti y Rigoberto Rosique. Lanzadores: Santiago Mederos, José A. Huelga, Roberto Valdés, Rolando Macías, Lázaro Santana y Gaspar Pérez.

ALINEACIÓN DEL JUEGO FINAL

Isasi, Rosique, Laffita, Blandino, Montejo, Sarduy, Pérez, Puente y el lanzador Roberto Valdés.

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