La jornada estuvo enmarcada por la inauguración del Proyecto Casa, una obra de los reconocidos arquitectos y artistas visuales Rubier Bernabéu y Wendy Lora.
Este proyecto, ubicado en la plaza fundacional de Matanzas, se presentó como un espacio de diálogo entre las artes visuales y la arquitectura contemporánea, en el contexto del programa «Ríos Intermitentes» de la Bienal.
Uno de los elementos más llamativos del proyecto fueron las conocidas pirámides hechas de canto cubano, que capturan la atención de todos los transeúntes desde hace varios días. Estas estructuras, con su imponente presencia y artesanía única, se convirtieron en un atractivo irresistible para locales y visitantes, quienes no dudaron en detenerse para admirarlas y tomarse fotos.

Las pirámides no sólo embellecieron el paisaje urbano, sino que también evocaron la riqueza cultural y patrimonial de Cuba, conectando pasado y presente en un solo espacio.
El evento alcanzó su punto culminante con un hermoso performance de la compañía Danza Espiral, dirigida por Liliam Padrón, que ofreció una coreografía cargada de simbolismo y emoción. El diseño del vestuario estuvo a cargo de Alexander Rodríguez, quien logró capturar la esencia artística del momento e integrar a la perfección con la danza y la música.
Desde la plaza fundacional de la ciudad, todas las manifestaciones artísticas se unieron en un acto que celebró no solo el cierre de la Bienal, sino también el espíritu creativo y colaborativo que define a Matanzas como un faro cultural en Cuba.