7 de septiembre de 2024

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El infinito Go: Figuras Comercializables

El weiqi, igo o el Go, como se conoce en el Occidente, es un juego de estrategias de origen chino que se basa en la disputa de dos oponentes por conquistar la mayor parte del tablero.

Fomento de la competencia entre las diferentes empresas de entretenimiento de la industria cultural del K-pop

El weiqi, igo o el Go, como se conoce en el Occidente, es un juego de estrategias de origen chino que se basa en la disputa de dos oponentes por conquistar la mayor parte del tablero. La industria cultural del K-Pop es como un juego infinito de Go, en donde las empresas del entretenimiento (oponentes) mueven sus fichas (artistas) para conquistar la mayor parte del territorio (fanáticos, relaciones, comercio).

Tras la separación de los dos Coreas, en el sur el gobierno controló el consumo cultural durante gran parte del siglo XX. Es por este motivo que promovían y patrocinaban canciones patrióticas con ritmos populares. Durante el período de 1980 y 1990 Corea del Sur sufrió transformaciones importantes en términos políticos, sociales, económicos y culturales. Se comenzaron a formar grupos y artistas en busca de nuevos géneros e introdujeron el baile (hip-hop) que fue rápidamente aclamado por el público joven.  Los íconos del cambio cultural del país durante ese periodo fueron la banda Seo Taiji & Boys y el grupo H.O.T.

Desde la década de los 90 este país comenzó un proceso de globalización cultural con el fin de dominar los mercados internacionales. Es así como a través del movimiento de la ola coreana (Hallyu), su cultura se expande de forma inteligente hacia todas las regiones del planeta.

En 1999, el presidente de Corea del Sur, Kim Dae-jung, creó una ley para la promoción de las industrias culturales, en la que se destinó desde ese entonces al menos uno por ciento del presupuesto de la nación a este tipo de actividades. Al respecto, Khatleen Rosero, investigadora de la cultura coreana y youtuber creadora del blog Ko-Co, declaró que un rasgo característico de este fenómeno es que el gobierno “vio el potencial en la industria musical del país para lograr un desarrollo económico y cultural; por esta razón, la industria cumple rigurosamente una serie de requisitos en función de velar por la calidad de los grupos y solistas de cada empresa.”

<< El K-pop generó doce mil millones de dólares para la economía de Corea del Sur en 2019 >>

Forbes Colombia

Las principales agencias de manejo y producción de artistas que lideraron inicialmente el poderío cultural de la época fueron: SM Entertainment, JYP Entertainment y YG Entertainment. Fue entonces cuando estos tres monopolios implementaron la fórmula del K-POP, que se aplica de una agrupación a otra: se recluta a los cantantes, se les entrena y se ensamblan, como si fuera un proceso de manufactura sistemático.

Estas empresas son estructuradas y diseñadas para producir grupos de ídolos altamente comercializables; es así como este negocio que involucra millones de personas logra apoderarse de grandes sumas de dinero.

<< El k-pop genera el uno por ciento del PIB surcoreano >>

La formación de estos grupos se realiza a partir de un proceso de selección y entrenamiento riguroso. Una vez que los grupos de ídolos están formados, las compañías de entretenimiento los promueven a través de una variedad de medios, incluyendo programas de variedades, conciertos, publicidad y redes sociales. El marketing es una parte clave de la industria del K-Pop y las compañías a menudo invierten grandes sumas de dinero en la promoción de sus grupos.

La industria cultural del K-Pop, específicamente, ha cobrado mayor importancia en la sociedad contemporánea debido a la llegada de las nuevas tecnologías y el acceso cada vez más amplio a Internet. Por lo tanto, la producción y el consumo de bienes culturales de este género se ha masificado de manera exponencial y es así como a las antagónicas empresas se le suma HYBE (empresa antes conocida como Big Hit) en el reparto del poder.

<< El valor total de los negocios de HYBE asciende a los once mil millones de dólares y ese dinero le permitió expandirse a otros formatos >>

Estos grandes monopolios del entretenimiento coreano son financiados en cierto punto por los grandes conglomerados empresariales (chaebol) que han formado parte sustancial de la historia económica, política y social de Corea del Sur. Sin embargo, es una relación que genera ganancias en ambas partes, como es el caso de la colaboración de la empresa Samsung con BTS. Consistió en desarrollar productos de la marca Samsung (celulares y audífonos inalámbricos) con diseños y colores característicos de la boy band (Samsung, 2020). En consecuencia, se esperaba que hubiese un incremento de la demanda de estos productos debido a las competencias existentes en el mercado. Sin embargo, el fandom (ARMY) se encargó de agotar las existencias de los Galaxy Buds (audífonos inalámbricos) en tan solo una hora después de su lanzamiento; en otras palabras, esta colaboración entre Samsung y BTS resultó un éxito para la empresa de los conglomerados.

Si tenemos en cuenta el ejemplo anterior no sería extraño que, según registros del Instituto de Investigación de Hyundai, BTS sólo facturó en el 2020 unos 5 mil millones de dólares, casi el 0,5 por ciento del PIB de Corea del Sur.

Julio Correal, productor musical, explica que más que posicionar el género, el país se ha enfocado en una «industrialización de la música», todo está fríamente calculado; el merch, las presentaciones y giras globales; la idea es lograr que a través de estas bandas se establezca un gusto musical, una manera de vestirse y de hablar.

<< Si se compara con la economía colombiana, lo que mueve el género, respaldado también por el Hallyu, estaría por encima del PIB de Boyacá (7,368 millones de dólares) o de Bolívar (9,341 millones) >>

Julio Correal, productor musical

A partir de los datos expuestos hasta el momento podemos comprender que el negocio de las grandes empresas del entretenimiento en Corea del Sur seguirá consolidándose en el mercado por los próximos años. La furia que desencadenó toda la influencia de la cultura coreana le permitió a las empresas asentar sus riquezas. Cada día se levanta una nueva compañía; habitantes del país, incluso del mundo, quieren correr la misma suerte que sus celebridades favoritas; las empresas quiebran, explotan nuevos talentos; y mientras se mueven todas estas fichas el panorama cambia y la industria del entretenimiento lucha en su tablero de Go por conquistar la mayor parte del terreno.

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