Interpretación ingenua de un viajero, el regalo de un canadiense a Matanzas (+audio)
Alexis Vaillancourt es un artista canadiense que visitó recientemente la ciudad de Matanzas, a propósito de la celebración aquí de Ríos Intermitentes, dentro del programa de la XV Bienal de La Habana.
Con tal motivo, el joven de 33 años regaló a la ciudad que lo acogió durante cerca de 21 días una interpretación propia de lo que vio y vivió en la urbe de los ríos y puentes en Interpretación ingenua de un viajero, escultura que desde este mes de diciembre adorna el paisaje de la calle Comercio, por la orilla sur del río San Juan.
“Realicé las esculturas paso a paso, sin tener un gran plan, sino lo que he ido sintiendo a medida que he tenido las experiencias en la ciudad. Aquí plasmé una representación de la naturaleza en forma de árbol, del hombre y la industria y, además, el hombre luchando por preservar el medio ambiente”.
A pesar de lo sugerente del título que agrupa varios paneles metálicos, para nada se trata esta de una propuesta ingenua. El joven quebequense logró interiorizar la perenne dicotomía que se establece entre la industrialización y la necesidad de preservar el entorno, incluso en una ciudad donde no existen grandes fábricas ni industrias.
Consecuente con su discurso conservacionista, Vaillancourt trabajó a partir de material recuperado que antes fue un cilindro de gas para crear su primera gran escultura emplazada fuera de Canadá.
“Trabajo con material reciclado también en Canadá, por eso me interesó al venir aquí y hacer la escultura con metal. Llegué aquí tratando de sentir la vibra de Matanzas y Cuba.
“Pasé un par de días recorriendo la ciudad, dibujando los bocetos, tratado de captar la vibra, la cultura, la idiosincrasia de la ciudad matancera, sobre todo los ríos, la vegetación, para poder llevarlo a su obra y experimentarlo en el metal”.
Alexis, graduado del Instituto Superior de Arte de Montreal e hijo del reconocido escultor Armand Vaillancourt, llegó a Matanzas gracias al proyecto Mano a mano, de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas, explica Antonio Enrique Pérez Marrero, presidente de la ACAA en Matanzas.
“Creo que es un gesto de altruismo de Alexis venir con nosotros acá, a nuestra Cuba, y dejar parte de su obra totalmente gratuita. Agradecer muchísimo también al Taller de Lolo y en especial a Lolo, quien fue el propiciador del espacio para que pudiera realizar la escultura, de los materiales y todo lo que pudiese hacer.
“Alexis Vaillancourt es uno de esos regalos que la vida nos da y que Matanzas tiene que agradecerle que hoy, con su corazón, su trabajo y su esfuerzo, deja una huella en la ciudad para bien y para el disfrute de todos”.
El escultor canadiense realizó igualmente una pieza mural en el patio Mano a mano de la sede de la ACAA en Matanzas y expresó su deseo de regresar a Matanzas.
“Necesito agradecerle a Tony (Antonio Enrique Pérez Marrero) y Lolo (Osmany Betancourt), a Pierre Hivon, presidente del proyecto Mano a mano por la parte canadiense, a las personas que me ayudaron en construir la escultura y me acompañaron como una familia.
“Estoy muy agradecido. Me siento muy afortunado al poder mostrar esta instalación. Este es mi primer gran trabajo fuera de Canadá. Espero volver. Quisiera poder regresar un día”.