Los vientos huracanados de Sonia María Cobos en el arte matancero

Ella puede ser un huracán en pleno desarrollo. Su inagotable energía y estricta profesionalidad la han llevado a ser parte de hermosos proyectos que exigen de ella tiempo, dedicación y entrega.

Pero, para Sonia María Cobos Blanco, graduada de la Escuela de Instructores de Arte, no resultan demasiadas complicaciones porque la pasión con que los asume es mayor que cualquier desafío.

“Mis inicios como actriz vienen desde niña. Siempre me gusto todo lo que tenía que ver con cantar, bailar, pasé por todos los talleres que ofrecían las instituciones y artistas. Menos las artes visuales, todas las manifestaciones estuvieron en mí desde muy pequeña.

“Si tuviera que marcar un momento desde el punto de vista profesional, me es imposible hablar de mis inicios sin agradecer nuevamente a la Asociación Hermanos Saíz porque, a partir de la fundación de Teatro El Portazo nunca más me fui de la ciudad de Matanzas y comencé a tomar más en serio la carrera y a prepararme.

“Tuve la suerte de colaborar con El Mirón Cubano en algunos momentos, estuve muy cerca de Teatro Papalote junto a Rene Fernández, pasé casi un año en Teatro Icarón y agradezco sobremanera ese tiempo de crecimiento porque el teatro dramático es un género al que le tengo mucho cariño y en el que me siento muy cómoda.

“Actualmente trabajo en Teatro de Las Estaciones, que es mi casa, es mi hogar. He podido hacer radio, he tenido experiencias en televisión”.

Dentro de la actuación ha explorado más de un tipo de expresión, de maneras de conectarse con el público. “Llevo alrededor de siete años trabajando en el Conjunto Dramático de Radio 26, donde hacemos novelas, teatros, históricos y con I Want Teatro, bajo la dirección de María Laura Germán.

“Este proyecto independiente se gestó hace mas de un año y hemos estado navegando en esta experiencia maravillosa de teatro en casa para público adolescente y joven, otro reto muy grande y en el que me sigo sintiendo como en los inicios de mi carrera porque ser actriz nunca se logra completamente cuando uno se entrega porque cada experiencia, obra o proyecto es lo que te va formando”.

Pararse en un escenario a representar un personaje es una de sus mayores pasiones, pero, desde que chocó por primera vez con la promoción y la producción, no ha podido negarse ante sus atractivos.

“También trabajo en El Garabato que es un proyecto familiar el cual he asumido con mucha seriedad junto a Adrián Socorro, mi esposo, atendiendo público, gestando acciones de promoción.

“La promoción que tiene mucho que ver con la comunicación, pues yo soy graduada de Comunicación Social, siempre me ha apasionado. Era algo que yo había dejado a un lado porque me centré por mucho tiempo en la carrera de actuación y la vida se encargó de ponerla de nuevo en mi camino.

“He tenido no pocas oportunidades de explotar todas estas inquietudes y ayudar a otros artistas en la organización de actividades, brindarles mis servicios para la promoción y la producción y en eso también me encuentro actualmente, gestando una especie de apoyo a instituciones, artistas que han confiado en mí”.

Sonia, quien ha ejercido como profesora en varias ocasiones, dedica sus competencias profesionales entre Teatro de Las Estaciones, I Want Teatro, el Conjunto Dramático de Radio 26 y diversas iniciativas vinculadas a la producción.

“Mis intereses y expectativas siempre han estado muy marcadas por no dejar de trabajar. Pudiera hablar de sueños, metas, de millones de proyectos que uno siempre se traza pero mi interés fundamental como actriz, como promotora y productora se resumen en mi deseo de trabajar, siempre tener algo que cuando me despierte por la mañana sepa que lo que tengo por hacer generará un bien en el otro”.

Entre la actuación, la promoción y producción, sus incursiones como modelo de fotografía, Teatro de Las Estaciones, I Want Teatro, Radio 26, El Garabato y El chismecito anda siempre el vendaval personalizado que es Sonia María Cobos Blanco quien, cuando se habla de autosuperación y crecimiento, nunca se ha quedado estática. La pasión de esta joven actriz matancera solo es comparable con la fuerza de un volcán en plena erupción.