Premio Milanés: encuentro para enaltecer la producción literaria

Más allá del premio y becas que otorga, al analizar y valorar un evento como el José Jacinto Milanés, auspiciado por el Centro provincial del Libro y la Literatura, el Comité de la UNEAC en Matanzas y la editorial Matanzas, habría que resaltar los alcances y aportes que entraña desde su organización y realización.
El programa este año comprendió, como es habitual, la presentación de los textos resultantes del encuentro en el año anterior y del Concurso Debate Milanés.
No obstante, conviene resaltar el concurso como una manera efectiva de poner a dialogar las obras de autores del país, resultando una experiencia creadora que se traduce en el apoyo para la producción de nuevos textos.
DE BECAS Y PREMIO: OPORTUNIDAD ANUAL PARA EL CRECIMIENTO
Como se dio a conocer el viernes último, el Premio José Jacinto Milanés 2025 se le concedió a la obra Sagrada Emilia, de la poeta, dramaturga y crítica teatral cubana residente en Buenos Aires, Nara Mansur Cao, por el peso literario de un discurso que desafía los modos tradicionales de acceder a lo lírico, al convertir el eje dramático del texto en una plática vehemente, creativa e irónica sobre la maternidad y la familia, según dio a conocer el jurado.
Trascendió también que entre las once obras aspirantes merecieron la beca de creación Juan Francisco Manzano, en ensayo Asociacionismo cultural en Matanzas. El legado del Grupo Índice, de Mireya Cabrera Galán y en novela, Los enredos de Clarita, de Lucía Cristina Pérez alcanzó el reconocimiento.
En el apartado de poesía resaltó Obleas, un texto que lleva la firma de Gaudencio Rodríguez Santana.

“Todo el mundo conoce mis poemas que son de cierta extensión. Este cuaderno será de poemas brevísimos, dos, tres líneas, si acaso siete u ocho. Son todos brevísimos, que traten de la vida, que se conviertan a veces en sentencias, en una reflexión. Es como un breviario de la poesía. Son textos así, es esa oblea, ese puntico de poesía.
“Los lectores no me identifican con ese tipo de poesía, es un ejercicio que me voy a imponer a ver hasta dónde llega mi beca y cómo las personas, acostumbrado a mis poemas, digamos extensos, después recibirán esas pinceladas”.
Asimismo, Se presume sea el éxodo, decimario de Freddy Casanova, de Los Arabos, obtuvo la beca de creación en igual categoría.
“Es un proyecto en décimas, una décima muy experimental que rompe las estructuras tradicionales, los viejos cánones de la espinela, los cuales después fueron evolucionando a través del tiempo.
“En la primera parte, que se titula Conteo regresivo, empiezo con una décima octosílaba, que es la tradicional, y en lo sucesivo voy restándole una sílaba hasta llegar a un monosílabo, o sea, que es casi imperceptible a la hora de la lectura.
“Hay un intermedio que sí abordo desde la estructura tradicional, aunque también uso la décima en prosa, un poco modernizando las formas expresivas.

“Quiero cerrar este proyecto que todavía está en desarrollo con un deterioro, que es el título de esa última parte. En este caso, voy destruyendo la décima: empiezo con diez décimas hasta dejarla en una sílaba. Esta última parte se titula Turismo”.
La beca Juan Francisco Manzano se otorga cada año a proyectos de libros, para apoyar a los autores en su realización.
“Es muy importante, tanto para escritores noveles como los más consagrados, porque, aunque no necesariamente implica publicación, los libros se evalúan precisamente para eso. Además, un premio siempre es gratificante en el contexto de lo que sea. Para mí, que no soy de los autores más premiados, ha significado mucho y me siento súper feliz con este premio”,destacó el escritor arabense.
El autor de Economía Nacional significó además que “la oportunidad de la beca es acceder a una ayuda que nos permita tener mejor organizada la vida para pensar precisamente esos poemas y su organización.
“Un libro de poesía no es el poema, es cómo colocarlos, la dramaturgia, la narrativa del poema, esa idea básica de cómo se va construyendo el libro de poesía que es algo difícil y que muchas personas a veces no se dan cuenta.
“La beca precisamente permitiría organizar esa dramaturgia, esa narrativa del libro y terminar algunos poemas porque son poemas muy breves, hay que hacer unos cuantos poemas brevísimos para hacer un libro. Me siento muy feliz. Yo realmente no esperaba la beca”.
Por su parte, el contexto fue idóneo para la entrega de la beca de dramaturgia Santa Camila de La Habana Vieja a Feminicidio, del dramaturgo, escritor y crítico Ulises Rodríguez Febles.
LIBROS QUE NOS HABLAN DEL HOY, DEL AHORA

Su estrecho vínculo con la realidad actual es una particularidad que comparten los textos presentados durante la jornada del Premio José Jacinto Milanés, en Matanzas, en días recientes.
Carnicería, poema de Gaudencio Rodríguez Santana, merecedor del premio del Concurso Debate Milanés, en agosto último, juega con los espacios temporales y físicos, para significar las desolaciones de una carnicería devenida casa, hogar si se quiere por la necesidad habitacional de quienes ahí conviven, describiendo el escenario de antaño, donde la sangre y los huesos cortados fueron parte de lo cotidiano, para establecer un paralelo con el paisaje desolador de un lugar donde las paredes son formas rotas por el tiempo.
“Carnicería es un poema que surge precisamente de una carnicería. Es un lugar que constantemente yo veo en mi deambular cotidiano, pero un día descubro que en ese lugar hay una casa y hay personas viviendo ahí. Y dije, bueno, aquí hay algo poético.
«Después la reflexión me llevó a expresar en el poema cada una de las cosas que suceden en ese lugar. Cómo se convirtió en un hogar donde la gente vive satisfactoriamente, cómo un espacio físico se convierte en un espacio espiritual, en un espacio para vivir, para hacer, para soñar”.
Gaudencio, conocedor de las interioridades del discurso poético desde hace varios años y merecedor por ello de varios reconocimientos, recalca con el texto que podemos encontrar la poesía en los más insospechados sitios.
Hace mucho tiempo la poesía cubana dejó de ser solo el recipiente donde acumular congojas; en su lugar, un nuevo espíritu se apoderó de los versos, una esencia recia, desgarradora, dura, que va a la raíz misma del ser humano y su relación con el entorno social.

“Estoy armando un libro. Quería haberlo terminado antes, pero no pudo ser. Sigo trabajando en organizarlo. Ya tengo los poemas escritos. Ese libro tiene un título que la gente, si saben de historia, se van a dar cuenta.
“Se llama Habitantes de Etruria, que es, digamos, el origen del Imperio Romano. Pero no habla de eso, es solo un pretexto para hablar del país, de lo que vivimos, de lo que somos nosotros los cubanos”.
Ese carácter popular también es el espíritu de Las almas de Fátima, poemario de Eliseo Abreu, reconocido con el Premio José Jacinto Milanés en el año 2024. “Este libro es la vida diaria. Trata sobre la violencia. Trata sobre el desamor, las renuncias.
“Trata sobre el engaño, las violaciones que han sufrido muchas; sobre cómo vive la mujer desde su forma más íntima: la pérdida de los hijos, su particular manera de apreciar la vida e, incluso, en los hombres que se identifican más con el sexo femenino.

«Martí decía que la mujer es el taller donde se forja la vida. En sus páginas se reflejan las vivencias de muchas mujeres con historias comunes. En mi trabajo cohabitan muchas mujeres. Ahí se habla de todo y de esas conversaciones voy tomando las historias y volcándolas en la poesía”.
La jornada que cada noviembre reúne en la ciudad de Matanzas a prestigiosos intelectuales y escritores del país, se consolida como espacio para enaltecer y conocer las diferentes facetas que distinguieron la personalidad del poeta y dramaturgo matancero.
El Concurso Nacional José Jacinto Milanés, uno de los más antiguos y prestigiosos de los que otorga el Comité provincial de la UNEAC en Matanzas, se dedicó este 2025, especialmente, a los 162 años de la muerte del poeta y dramaturgo matancero.
- Escrito en colaboración de Liz Lauren García Hoyos
