Un esqueleto hermoso
Un amigo de la adolescencia, quiere decir de muchos años, me llamó para expresarme que necesitaba conversar sobre un tema, le dije que iría a su casa y hablaríamos. Me senté en la sala, justamente frente a mí había una obra de arte que me robaba la vista constantemente, primero porque soy fanático a las esculturas de pequeño formato y esta, en particular, porque está confeccionada con piezas de autos.
Me considero en cierto sentido mecánico y conozco algo de vehículos y piezas, soy como se suele decir, un «cacharrero». Elogié la figura en varias oportunidades. La esposa de mi amigo estaba en la cocina en sus trajines y al parecer por mi insistencia se incorporó a la conversación y me dijo. “La hizo mi hijo para un evento del tabaco”.
Indagué por su hijo y me dijo que es artesano y artista de la plástica. Se llama Carlos Alberto Arozamena Lima. La obra es un esqueleto humano muy bien perfilado y descifrado a simple vista. La mamá del artista la decodifica al decirme que fumar quema la salud y que convierte a los fumadores en esqueleto.
Por lo que di total crédito a la obra y mensaje. No sé mucho más del artista. Quizá en algún momento vaya a su encuentro y es posible que me sorprenda con otra maravilla como esta que hoy muestro.