Juan Eckelson, otro matancero que brilló en el béisbol profesional
Juan Eckelson Cruz, conocido en el mundo beisbolero como “Sonny”, fue un destacado lanzador derecho de las décadas del 20 y 30 del siglo pasado, el que poco se menciona, a pesar de tener buenos resultados en Cuba y el extranjero.
Eckelson nació en el barrio matancero de Versalles, el 20 de octubre de 1904 y allí residió oficialmente hasta su muerte. Como dijera su
fraterno amigo José Manuel Dávalos, “era un versallero de pura cepa”.
En este barrio dio sus primeros pasos en el béisbol a los trece años de edad, en el mentado terreno de los Mulos junto a otros jóvenes bajo la conducción del destacado ex jugador «Paco» Luján.
“Sonny” debutó en la Liga Profesional Cubana a los 20 años en la temporada de 1924 a 1925, con el equipo Santa Clara, dirigido por
Tinti Molina, que tuvo que trasladar su accionar hacia el Palmar de Junco, de Matanzas, a mediados de temporada debido a la poca
asistencia de público al estadio Boulenger Park, de la ciudad de Marta Abreu. Desde ese momento adquirió el nombre de Santa Clara-Matanzas.
El debut de Eckelson fue de calidad, ya que en ese fuerte conjunto lanzó tres juegos y consiguió dos éxitos sin derrota.
En los torneos profesionales cubanos se mantuvo durante nueve temporadas en las que militó, indistintamente, con el mencionado Santa Clara y con los tradicionales Habana y Almendares, los eternos rivales de aquellos clásicos.
El matancero jugó cuatro años con el Habana, con el que ganó seis choques y perdió cinco. Su mejor temporada con este conjunto fue la de 1925-1926, en la que lanzó en trece partidos y completó cuatro y obtuvo cuatro victorias con dos derrotas, además de quedar como líder en promedio de carreras limpias con 2,10. Logró con los Leones ser campeón en dos oportunidades, en los torneos de 1927 al 28 y en el de 1932-33.
Su trabajo con los Leopardos de Santa Clara fue destacado, ya que en tres torneos ganó siete juegos y perdió cuatro y con el Almendares alcanzó un campeonato en la serie correspondiente a 1931-32, en la que fue líder en promedio de ganados y perdidos con 833, producto de cinco victorias y una derrota.
En total en esta Liga Profesional Cubana de Béisbol ganó 19 juegos y perdió doce, para average de 601.
Ya desde 1935 y hasta 1938, Eckelson lanzaba en la Liga de las Fuerzas Armadas, con el equipo de la Policía Constitucional y en la
que también cosechó buenos resultados.
Estos torneo militares, de los que poco se ha hablado, contaban con la presencia de una mezcla de jugadores profesionales y amateurs de primera calidad, que lo hacían en los equipos llamados Regimiento 6, del campamento de Columbia, el número 5, de la Cabaña y el Cuarto Regimiento de Matanzas; junto a la Policía y la Marina de Guerra.
En el primer certamen, el tirador matancero fue seleccionado como el Jugador Más Valioso del Campeonato.
Es con una selección de ese certamen militar, cuando en 1937, Juan Eckelson alcanza una de sus más brillantes actuaciones al vencer, en el estadio La Tropical, al equipo estadounidense, Gigantes de New York, para convertirse en el segundo matancero en ganar en las llamadas Series Americanas a un equipo de Grandes Ligas; el primero había sido en 1908 José de la Caridad Méndez, cuando superó al Cincinnati con marcador de una carrera por cero en los terrenos del Almendares Park.
En esa Serie de 1937, que duró cerca de un mes, se enfrentaron los equipos cubanos Habana, Almendares, Fortuna (amateur) y la selección de las Fuerzas Armadas a los visitantes Gigantes de New York y Cardenales de San Luis.
El 25 de febrero fue la fecha del encuentro en el que Eckelson, desde el box militar superó a los ligas mayoristas siete carreras por cuatro. Aquel equipo de los Gigantes tenía en su nómina a figuras destacadas de la Liga Nacional de Estados Unidos como Mett Ott, Gus Mancusso, Dick Bartelet, Carl Hubbell Hall Shumacher, Hank Leiber y los cubanos Adolfo Luque y Tomás de la Cruz.
La actuación en los Estados Unidos de Juan Eckelson se desarrolló en los equipos de Ligas Menores Lynn, de Massachusetts, Manchester, Charlotte. Samping Bay. Con el Lynn logró lanzar un juego de cero hit cero carreras, en el año 1926.
Estuvo por esos años en el campo de entrenamiento de los Brown de Boston, de la Liga Nacional, e incluso participò en varios juegos de
entrenamiento, pero fue excluido del listado oficial en el último corte.
Luego de su retiro del béisbol profesional continuó jugando en torneos locales de su ciudad natal, como entretenimiento, hasta los 53
años de edad.
Su hijo, Juan Eckelson Hernández, se destacó en los torneos para menores y en las Series provinciales e incluso llegó a conformar dos equipos matanceros a Series Nacionales, en las que actuó como lanzador relevista.