Últimas señales de decadencia del béisbol cubano

La actuación de un equipo Cuba en el último torneo internacional de béisbol al que ha sido convocado, la Serie de Las Américas, deja mucho que desear y es un síntoma más de la decadencia del deporte estrella en el país. Aunque quedó como semifinalista, de un total de seis conjuntos en competencia, los resultados del team de la Mayor de las Antillas en cada uno de los juegos efectuados, se suman a una cadena de fracasos que ya acumula varios años y que tiene diversas razones.
Los competidores de esta serie fueron los campeones de las ligas de béisbol de cada uno de los miembros de la Asociación de Béisbol de las Américas: Argentina, Colombia, Cuba, Curazao, Panamá y Nicaragua. Si analizamos bien los participantes, entendemos que este es un torneo emergente que surgió en América para los países de segunda línea. Y esto podría significar que ya Cuba no está considerada dentro de los estelares del continente como Estados Unidos, Puerto Rico, República Dominicana o México.
En esta edición inaugural, efectuada del 24 al 30 de enero del presente año en Nicaragua, Cuba tuvo una actuación que por poco hace infartar hasta a los defensores a ultranza del béisbol.
Pero si hablamos de infarto y vergüenza hay que resaltar el partido contra Curazao. Aunque este juego comenzó muy bien, después de la tercera entrada, en un solo inning, el equipo contrario hizo siete carreras.
Así el juego concluyó no por nocao, sino por supernocao. Y uno como espectador o aficionado puede aceptar que el pitcheo, uno de los puntos flojos de Cuba a nivel internacional, parezca un carrusel de ineptos, pero, ¿y el bateo?
¿Ya tampoco vamos a batear? En este partido que pongo de ejemplo, el único que hizo algo digno con el madero al hombro fue el campo corto Roberto Baldoquín. No conectaron Yosvany Alarcón, ni Yuniesky Larduet, ni Rafael Viñales, jonroneros por naturaleza. El score terminó 17 por 2, algo casi que inaudito en la historia del béisbol nacional en la arena internacional.
Y uno podría pensar que no estamos hablando de un equipo Cuba como tal, sino del último campeón de la Serie Nacional de Béisbol, los Leñadores de las Tunas. Pero el resto de los competidores eran también los campeones de sus ligas y provienen de países sin mucha tradición beisbolera. Eso sin contar que el equipo que Cuba llevó contaba con refuerzos, que tampoco hicieron mucho.
Duele ser testigo de actuaciones como esta última, cuando Cuba ha sido tradicionalmente uno de los equipos fuertes en el béisbol mundial, campeones o ubicados en los primeros lugares en Juegos Olímpicos, Mundiales y otras competencias del área. Duele, cuando contamos en la historia del deporte nacional con estelares jugadores, entre los que podemos mencionar a Orestes Kindelán, Aroldis Chapman, Braudilio Vinent, Jorge Luis Valdés, Fernando Sánchez, Víctor Mesa, Luis Giraldo Casanova y Lourdes Gourriel, entre otros.
Duelen las últimas actuaciones de Cuba y duele que, por diversas razones, el equipo campeón cubano haya sido excluido de la Serie del Caribe, evento que surgió precisamente en Cuba antes del triunfo de la Revolución y al cual había sido invitado a partir del año 2013.
Pero este torneo de primera línea en el béisbol mundial acabó para Cuba en 2020, cuando los Cocodrilos de Matanzas, en representación de la Isla, se coronaron campeones. Pero de allá a acá muchas cosas han cambiado. Y esta primera actuación en la de Las Américas pasará a la historia como una de las peores de un equipo Cuba, que ya no sólo cae ante los grandes, sino que sucumbe en ligas menores.
Podríamos achacar estos resultados sobre todo a la fuga de talentos beisboleros hacia ligas donde son mejor remunerados, una situación que se ha hecho más común en los últimos años, debido a la crisis económica nacional. Pero no es la única causa. Influyen otras de carácter objetivo y también algunas muy subjetivas.
Entre esas podemos mencionar el poco desarrollo en la base, la falta de recursos, el éxodo también de entrenadores y las malas decisiones adoptadas por directivos del béisbol en el país.
Como sea, lo cierto es que hoy nuestro deporte nacional, ese que nos hacia latir y celebrar, padece el mal de la decadencia, un estado del que si no nos apuramos en salir llegará el día no muy lejano en que ya no lo podamos superar.
Por cierto, los campeones de la Serie de las Américas fueron los panameños. Y Panamá precisamente hospedará la siguiente edición en 2026. Ya veremos cómo queda Cuba entonces. Esperemos que sea mejor.
Enlaces:
– La Serie de las Américas en Nicaragua supera expectativas y marca un precedente: http://www.cubadebate.cu/noticias/2025/01/31/la-serie-de-las-americas-en-nicaragua-supera-expectativas-y-marca-un-precedente/
– Definen sedes de la Serie de Las Américas hasta 2027: http://www.cubadebate.cu/noticias/2024/09/21/definen-sedes-de-la-serie-de-las-americas-hasta-2027/
- César Roche Torres, estudiante de Periodismo/ Caricatura: Osval