La pasión del innovador Yunervis
Este 19 de septiembre, el Sindicato de Trabajadores de Civiles de la Defensa cumple 53 años de fundado. Innovadores como Yunervis Raúl Ruíz Sánchez lo prestigian, de eso nadie tiene dudas en la provincia de Matanzas.
Trabajador de Geocuba, el último aporte de Yunervis es “un sistema de tabla de distancias online para el control de rutas, que posibilita el análisis y consumo de combustible para transporte sin odómetro (contador de kilometraje), mediante la introducción de datos”.
Conscientes de su valía, ya contrataron el servicio varias entidades de la provincia. “Ojalá otras empresas lo compren”, sugiere.
Sin embargo, es por otra contribución por la que mereció en el 2023 uno de los premios de mayor impacto económico y/o social, que de manera anual otorga la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores.
El lauro corona la carrera de un confeso amante de su profesión, al punto de considerar su trabajo como el mejor de los hoby, un pasatiempo sin el cual no concibe una vida de 33 años ligada a este mundo, al que llegó como técnico en Geodesia y Cartografía a los 18 años, en la provincia de Villa Clara, donde nació.
¿De qué trata tal invención? “Cuando en Geocuba recibimos la misión de realizar una cartografía especializada sobre el uso y tenencia de la tierra, enseguida concluimos que si queríamos ayudar de manera inmediata a la producción de alimentos, lo mejor era acortar los plazos para finalizar esa labor”.
Se trataba de un encargo a todas las provincias, derivado de la necesidad del Ministerio de la Agricultura de conocer con exactitud el área y manejo de los suelos por los tenentes.
El proyecto nacional, surgido en la unidad científico-técnica (UCT) del grupo empresarial Geocuba, planteaba para Matanzas un desafío adicional con el factor tiempo. Ser el segundo territorio de mayor extensión (11 791,82 km2) en el país suponía emplear más de dos años en la ejecución de la tarea.
“Demasiados meses para lograr la información solicitada y con la presión de hacerlo bien rápido…”. En medio de esa encrucijada, a Yunervis se le ocurrió apelar a herramientas tecnológicas como aliadas para avanzar por el camino más corto. Una variante, explica, resultaron las imágenes satelitales, específicamente las obtenidas con la plataforma Copérnicus, de la agencia espacial europea.
“Cada cinco días la estación capta imágenes del territorio Matanzas y esos datos posibilitaron ir ganándole la partida a los días e ir realizando la labor de parcelaciones, sin la necesidad de ir al campo o caminar finca por finca.
“Luego de descargar las imágenes, con resolución de diez metros, nos auxiliamos de un software libre para su clasificación y procesamiento, y lo mismo se podía observar si la tierra estaba roturada, llena de marabú, que el estado de las máquinas centrales de pivotes o lo cosechado.
“Qué si utilizamos drones. Sí, solo en casos muy específicos. La metodología los incluía, pero, aparte de su alto costo, no era factible emplearlos en áreas muy extensas”.
Con un orgullo difícil de esconder, el ingeniero en la especialidad de Aerofotogeodesia refiere cómo llegaron a obtener un control exhaustivo de los tenentes de tierra, sin tener que teclear los datos de cada expediente, ayudados de herramientas para captar la información y eso facilitó seguir reduciendo tiempo.
Lo planificado para dos años y tanto a un costo de ocho millones, Yunervis y su equipo de la unidad de Geomática lo concretaron en menos de doce meses, con el añadido de ahorro de recursos energéticos como combustibles, y un efecto económico de un millón y medio de pesos.
En términos prácticos no podría obviarse la contribución de este procedimiento elaborado en Matanzas, que ayudó a enriquecer la metodología de la UCT del grupo empresarial Geocuba.
“Con las nuevas tecnologías podemos hacer maravillas para optimizar la gestión empresarial, crear productos para su progreso, pero si luego los engavetan, estarían botando el dinero fruto de esa inversión. Y eso ha pasado muchas veces, duele decirlo”.
Yunervis llegó a Matanzas en el 2010. “Me lo propusieron y no lo pensé dos veces. Soy fundador de Geocuba y siempre me ha acompañado una máxima: Estudiar, investigar, superarme siempre para que sea menos complejo el ejercicio de la innovación”.
Innovadores como él desafían imposibles de la creatividad y el talento, una contribución que mucho se agradece en la Cuba de hoy.
- Foto de la autora.