«Mi Turno: ¿Solución o nuevo laberinto para la distribución de gas en Matanzas?»

La implementación de la venta de gas licuado a través de Mi Turno en Matanzas ha generado un intenso debate entre la población desde que se informó que la nueva actualización de transfermóvil tendría esa opción para la provincia.
En menos de una hora miles de usuarios se habían registrado y no fue hasta el día siguiente que la Unidad Empresarial de Base (UEB) División Territorial de Comercialización de Combustible de Matanzas anunció que solo debían apuntarse los clientes cuya última compra se registró el 15 de noviembre.
Desde ahí comenzó el dilema, pero a los iniciales problemas de comunicación se añadieron diversos factores que han incidido en la variedad de opiniones ante un sistema que su objetivo es organizar el acceso equitativo al gas licuado, un recurso vital en medio de la crisis energética y que ha demostrado sus beneficios para los miles de clientes que ya han adquirido el gas por ahí.
La promesa de organización
A partir de noviembre de 2024 ante el cierre temporal de la página para la compra virtual (https://cupetmtz.enzona.net/) y el déficit de gas licuado en Cuba era recurrente ver interminables colas en los puntos de venta.
“Incluso casi tenías que dormir en esas zonas para poder rectificar listados que llevaban personas supuestamente autorizadas por el gobierno y cuando llegaba el camión aquello casi era una mafia”, declaró Roberto, usuario del punto de venta Playa y que adquirió su gas en diciembre de 2024.
Maria Elena, vecina de la calle del Medio, casi llora cuando después de meses y listados alcanzó el gas en el punto de venta de Álvarez. “Definitivamente aquello no tenía nombre”, dijo media insultada cuando recuerda esa escena.
Y si, si tiene nombre: descontrol y desorganización. Motivos de sobra para que ante los reiterados estados de opinión el territorio iniciara las gestiones para incluir la venta del gas licuado para Matanzas en el servicio Mi Turno.
El 19 de mayo inició la venta y Lázaro Renier Abreu García, director de la UEB Dirección Territorial de Comercialización de Combustible de Matanzas resalta que Mi Turno, integrada a Transfermóvil, ha mejorado la gestión de ventas al eliminar colas físicas y la reventa de tickets. Eso es una realidad.
Las últimas actualizaciones (26 de junio de 2025) introdujeron medidas como límite de tres turnos por línea móvil, costo de diez CUP no reembolsable y flexibilidad para modificar fechas. Además, se habilitó el acceso para personas vulnerables sin tecnología, un avance loable.
“Como novedad de este servicio se añade que el sistema permite sacar turnos manualmente por los comerciales para personas vulnerables que no tengan acceso a las tecnologías de comunicaciones”.
Sin embargo, el sistema enfrenta críticas por su rigidez. Karina, una usuaria, denuncia que un error al registrar el carnet de identidad —confundió el suyo con el de su madre— le costó perder su turno, a pesar de solicitar ayuda con cinco días de antelación. «¿Por qué no ajustan el sistema a realidades como la nuestra?», cuestiona.
El dilema de los ciclos de compra
Una reciente nota de Cupet Matanzas que decía: “Se informa que a partir del 7 de julio se extiende la venta de gas en los puntos a los clientes que adquirieron el producto en el año 2025, cumpliendo siempre con el ciclo establecido por Cupet”, destapo la caja de Pandora.
El mayor punto de conflicto es la frecuencia de compra: 26 días para núcleos de hasta ocho personas y 15 días para grupos mayores. Además de que muchos consideran injusto de que compren los de 2025 cuando aún no han terminado con el 2024.
Amaury, un vecino, argumenta que este criterio homogenizado ignora diferencias clave: «En mi casa, dos personas consumen un botellón en 45 días; otros, con seis miembros, lo agotan antes. ¿Por qué no escalonar los ciclos según el tamaño familiar?».
Pedro Julio defiende la app, pero sugiere distribuir por trimestres para evitar saturación, mientras Yosvany, con una nieta a su cargo, insiste en que 26 días es justo: «Sin gas, no como».
Dayamil celebra la agilidad en puntos como Parque Maceo, pero Sahyli todo lo contrario: «Dicen que habrá gas cada 26 días, pero ni siquiera han cubierto a los de diciembre 2024. Son falsas expectativas».
Niuska, otra usuaria, culpa a la entidad por no segmentar fechas desde el inicio: «Permitieron que quienes compraron en 2024 y 2025 compitieran por turnos, dejando a muchos sin gas por meses».
Pero la medida responde a un motivo, aclaró el directivo:
“Esta decisión se tomó debido a que era muy engorroso para las personas que ya habían sacado su turno con anterioridad no poder adquirir su servicio siendo del año 2025, producto a que ya en el mes de diciembre se había barrido con el mes de junio el 50 por ciento de estos clientes que lo habían adquirido en diciembre del 2024. Hoy ya tenemos seis meses del año 2025 que no han podido comprar los clientes y nosotros por eso lo proponíamos, porque era muy engorroso para trabajar el sistema y dar los turnos porque entonces se quedaban muchas personas intermedio que habían sacado su turno y no le podíamos asignar el gas”, añadió el directivo.
La disparidad de opiniones refleja un problema real: que el país no cuenta con la disponibilidad necesaria para cubrir la demanda. Si existiera un suministro estable de gas, la realidad fuera otra.
Errores y vulnerabilidades
Abreu García ejemplificó los errores más comunes que cometen los usuarios: turnos asignados a fallecidos, se inscriben con carnets de no titulares, no cumplen con el ciclo de venta. Además, destaca que el sistema digital ha ayudado a detectarlas.
A esto se suma que la entidad usa Cupetgas un software que fue diseñado para la unificación de los sub procesos que lo conforman: en un solo lugar se ejecuta la gestión de los contratos y clientes y la comercialización.
Por eso es posible detectar los errores, pero Mi Turno solo envía los sms de manera automática a los clientes y la entidad elabora el listado de quienes les corresponde después de filtrado por el sistema.
Y la pregunta clave: ¿qué pasa con los botellones de las personas que cuando van a comprar el gas no les corresponde ¿
Retornan a la Planta de Gas ubicada en la zona industrial de Versalles, aclaró el directivo.
La voz de los excluidos
Pero Mi Turno funciona en la ciudad de Matanzas, qué pasa con el resto de los territorios.
“Hoy se hace una reorganización completa de los sistemas en los municipios que le deben tocar dos veces al año; ya pasó el primer semestre, no hemos podido llegar a una gran cantidad de territorios por el déficit de combustible. El segundo semestre va a ser diferente según la disponibilidad que tengan para llegar a estos lugares”, explicó Lázaro Renier Abreu García.
Pero Miguel, de un municipio aledaño, critica la distribución desproporcionada hacia otros territorios que reciben el gas dos veces al año: «Enviaron 400 cilindros a Guanábana y solo cien a Limonar, sin considerar la densidad poblacional».
No obstante, si la situación es complicada para los municipios imaginen para quienes no tienen contrato.
“Bueno, con respecto a las personas que hoy no tienen contrato no se están realizando nuevos contratos a clientes”, explicó el director.
Pero Cuba actualizó las normas para el servicio de Gas Licuado y da nuevas posibilidades. Entre las regulaciones, aprobadas por la Unión Cuba-Petróleo (CUPET), destaca que titulares con dos cilindros de 10 kg podrán ceder derechos a familiares hasta cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad (cónyuge, suegros, cuñados, etc.), generando un nuevo contrato.
Mi Turno: Avances y desafíos
La implementación de Mi Turno en el municipio de Matanzas marca un avance significativo en la digitalización de servicios y en el esfuerzo por lograr una distribución más equitativa del gas licuado.
Sin embargo, como todo sistema nuevo, no ha estado libre de fallos y su efectividad a largo plazo dependerá de cómo se aborden varios aspectos clave.
Uno de los principales retos son los ajustes técnicos. La plataforma necesita incorporar mayor flexibilidad para corregir errores comunes, como equivocaciones en el registro o inconsistencias en los datos. Muchos usuarios han perdido sus turnos por simples fallas al ingresar información, lo que genera frustración y desconfianza.
La transparencia en la comunicación también juega un papel crucial. Para que la población confíe en el proceso, es esencial que las autoridades ofrezcan información clara y oportuna sobre cómo funciona la app, quiénes pueden acceder y qué hacer ante problemas.
La distribución del gas debe ser equilibrada, teniendo en cuenta no solo la cantidad de solicitudes, sino también la densidad poblacional y las necesidades específicas de cada municipio. Algunas zonas han recibido menos cilindros que otras, lo que ha creado descontento entre los residentes de áreas con mayor demanda.
No obstante, la aplicación por sí sola no resolverá el problema de fondo. Las soluciones estructurales son imprescindibles: Mi Turno no puede ser solo un parche temporal mientras persista el déficit nacional de gas licuado. Para que el sistema funcione a plenitud, debe acompañarse de medidas que garanticen un suministro estable y suficiente.
En un contexto de crisis como el actual, ningún sistema nace perfecto. Lo importante es que las autoridades mantengan una escucha activa ante las quejas ciudadanas y se ofrezcan soluciones.
Mi Turno puede ser un modelo eficiente, no solo para Matanzas, sino para otras provincias que enfrentan desafíos similares en la distribución de combustibles.