Mejor sin alcohol
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Dicha adición es un mal que afecta a muchos y si nos remontamos a las estadísticas, en el mundo fallecen por año 3,3 millones de personas.
Digamos que el alcoholismo es una enfermedad que provoca en los individuos una fuerte necesidad de ingerirlo de forma tal que existe una dependencia física del mismo y cuando no es posible su ingesta se manifiestan síntomas como la abstinencia.
En torno a este problema existen diversos criterios y en muchos de ellos, se aprecia que se tienen conciencia de sus efectos.
Aunque las opiniones versan en tener dominio del daño que genera el alcohol no debe considerarse como un tema manido a la hora de tratar pues cada día aumentan los individuos con este mal hábito que supone un serio riesgo para la vida.
Las consecuencias son incontables y muchas veces irreversibles ya sean enfermedades como la cirrosis hepática, las hemorragias internas, la intoxicación alcohólica, el cáncer de boca, los accidentes y suicidios que marcan para siempre de manera individual y colectiva.
Sepa que cualquiera puede ser el afectado, por eso es vital medir consecuencias, porque se empieza por una pequeña dosis y luego queda atrapado por el alcohol.
- Natacha Prado/ Radio Ciudad Bandera