Pedro Marrero y el Moncada
Pedro Marrero Aizpurúa, mártir del sindicato de la Industria Alimentaria, fue uno de los asaltantes al Cuartel Moncada. Marrero Aizpurúa nació en el barrio Ceiba-Puentes, en La Habana, el 23 de octubre de 1926.
No le importó sacrificar sus estudios para que su hermana Lucía pudiera continuar con su educación, y decide incorporarse al trabajo en el depósito de cerveza, propiedad de Nazahal y Cía., en el departamento de transporte.
Tiempo después se trasladó para la fábrica de cerveza La Tropical donde junto a Fernando Chenard Piña, uno de los mártires del sindicato del Comercio, la Gastronomía y los Servicios fueron los encargados de organizar la Juventud Ortodoxa en la barriada.
Desde ahí se manifestan sus dotes de liderazgo en la labor sindical. Después del Golpe de Estado del 10 de marzo de 1952 empezó a frecuentar los actos estudiantiles de la Universidad y en vez de ir a las partidas de dominó al final de la jornada laboral, comenzó a enrolarse en el movimiento 26 de julio.
Para Marrero Aizpurúa eran más importantes los fondos necesarios para la causa revolucionaria que los bienes materiales. Tan es así que vendió el juego de comedor de su casa, el refrigerador, empeñó el salario y no negoció el juego de cuarto porque Fidel Castro se lo impidió.
Llegado el momento de la partida, en la máquina de Marrero viajaron hacia Santiago de Cuba: José Suárez Blanco, José Antonio Labrador, Gregorio Creaga, Severino Rossell y otro trabajador de la cervecería Cristal.
Momentos antes del ataque al Moncada, Pedro Marrero fue designado para manejar el segundo carro donde iba el líder del grupo de jóvenes asaltantes. Falla el factor sorpresa y cunde la confusión, se inicia el combate fuera de los muros del cuartel con un alto costo de muertos y heridos.
En la toma de la posta número 3, a la que fue designado, al tratar de ayudar a su compañero herido José Luis Tassende, Marrero Aizpurúa fue capturado y salvajemente asesinado por esbirros de la dictadura.
Hoy día constituye un ejemplo para los jóvenes cubanos y orgullo de los trabajadores de la Industria Alimentaria, sector que reconoce con la distinción que lleva su nombre a quienes más se destacan.