Una calle y mil caminos: una calle sin camino

La transformación de la calle Mujica
El tramo de la calle Mujica, ubicado entre Embarcadero Blanco y Zargazazo, en la ciudad de Matanzas, ha dejado de ser una vía de tránsito para convertirse en un vertedero que ocupa toda el área. Lo que antes era un camino para vehículos y peatones, hoy es un espacio donde quienes intentan pasar deben sortear montones de basura, soportar malos olores y convivir con diferentes vectores que amenazan la salud pública.
De vía asfaltada a vertedero
Hasta hace poco, Mujica era una calle transitada y asfaltada, en buen estado físico. Sin embargo, según relatan los residentes de la cuadra colindante, hace más de 15 días las autoridades municipales y provinciales, junto con equipos de trabajo, acudieron para limpiar el vertedero. La intervención se detuvo cuando la pala mecánica se rompió y, desde entonces, la limpieza nunca se retomó. Lo único que ha aumentado es la cantidad de basura.
Un problema que se repite
Los vecinos recuerdan que en otra ocasión la calle fue limpiada, pero la falta de disciplina social hizo que volviera a convertirse en un vertedero. Esta situación afecta no solo la imagen del barrio, sino también la calidad de vida y la salud de sus habitantes.
¿Soluciones posibles?
Surge una pregunta para las autoridades responsables: ¿No sería más económico invertir en un custodio que en la limpieza constante, equipos, combustible y mano de obra? Tal vez, hasta que se logre mayor disciplina social, la presencia de inspectores y la aplicación de multas puedan ayudar a cambiar esta realidad, ya que muchas veces el castigo económico es el que más impacta.
Un llamado a la conciencia
No podemos permitir que esta situación continúe. Mantener la calle Mujica como vertedero es una acción que va en contra de nuestra cultura ambiental y del bienestar de la comunidad. Es responsabilidad de todos —autoridades y ciudadanos— trabajar juntos para recuperar este espacio y devolverle su función original.