Julio de 2023, calor y polvo
Este mes de julio, aún sin haber concluido, será recordado por las altas temperaturas registradas, siguiendo una tendencia a nivel mundial, que en otras latitudes ha estado marcada por intensas olas de calor.
En la tarde del 22 de julio los termómetros en Jucarito, Granma llegaron hasta 39.0 grados Celsius, el valor más alto medido hasta ese momento en Cuba en un mes de julio y una de las pocas ocasiones que se ha alcanzado el límite de los 39 grados en el país. Es interesante la cantidad de valores máximos para un mes de julio que fueron igualados o superados, algunos en más de una ocasión. Seguramente en una próxima entrega analizaremos algunos de ellos.
Los días donde estos valores fueron más elevados estuvieron marcados por muy poca nubosidad y precipitaciones, dos factores que modulan el ciclo diurno de las temperaturas.
Desde la salida del Sol este comienza a calentar todo el sistema Tierra-atmósfera (océanos y mares incluidos), el momento de máxima radiación ocurre cuando el astro rey se encuentra próximo al cenit, es decir el punto de la bóveda celeste que queda sobre nuestras cabezas. Y decimos próximo porque solo en una ocasión en el año alcanza exactamente este punto: durante el Solsticio de Verano.
Una vez que sobrepasa este punto máximo, cercano al mediodía (una de la tarde en horario de verano) la cantidad de radiación va disminuyendo hasta la puesta.
El papel modulador de la nubosidad está dado porque esta bloquea la luz solar, reduciendo el calentamiento que la misma produce. Las nubes se incrementan desde la mañana y en la tarde limitan la cantidad de radiación solar que llega, reduciendo las horas en que el Sol incide y por tanto calienta al máximo, según el horario.
Este ciclo diurno “típico” provoca que las temperaturas máximas se alcancen cerca de ese momento de máxima incidencia de la radiación solar, aunque no hablamos de una ley, sino de lo que es más común, ya que los vientos juegan su papel en distribuir ese calor.
En el caso de la lluvia el efecto que tienen tanto en el enfriamiento del aire, como en las superficies es tan significativo, que en ocasiones puede provocar descensos de temperaturas de cerca de 10 grados Celsius durante un chubasco fuerte. No en pocas ocasiones los valores mínimos del día ocurrieron en la tarde, lo que implica que en ese momento la temperatura era más baja que en la madrugada, cuando debe ocurrir normalmente. En su ausencia también en este mes se han registrado valores históricos de “mínimas más altas”, es decir las madrugadas más calurosas.
También puede suceder que, si las condiciones son propicias para lluvias desde la mañana y estás persisten por suficiente tiempo, estos valores de temperaturas no asciende mucho, e incluso pueden quedar por debajo de los valores normales para esta época del año.
Además estas precipitaciones también contribuyen con ese enfriamiento a que se establezcan circulaciones locales de brisas en la noche. En otras palabras, a veces la lluvia caída hacia el interior de las provincias favorece que “refresque” en zonas más cerca de la costa, aun si en ellas no llovió.
En ausencia de ambas…el Sol incide durante más horas, manteniendo el calentamiento, por lo que las temperaturas máximas pueden incluso registrarse en horas tan tardías como las 4 o 5 de la tarde. También es importante señalar, que en estas situaciones la radiación solar incide sobre las personas por más horas (algo que pasa igual todos los años), pero con mayor intensidad, acentuando las condiciones de calor en horarios no habituales.
En los últimos días esta situación además se ha visto combinada con la presencia de “polvo del Sahara” cuyo nombre correcto es Capa de Aire Sahariano (SAL en inglés), realzando estas condiciones de calor intenso.
Cómo influye el polvo del Sahara en las temperaturas
Salida del Sol en La Habana, bajo los efecto de “polvo del Sahara”, 22 de julio de 2023
La Capa de Aire Sahariano se produce a partir de tormentas que se generan en el desierto del Sahara, cuyas partículas de polvo (no es arena) son transportadas por miles de kilómetros a nuestra área geográfica: en ellas vienen además de elementos de origen mineral, otros de origen vegetal, además de esporas y otros elementos biológicos.
Esta capa tiene la característica de ser caliente y seca, dos elementos que limitan notablemente, por no decir que impiden, la formación de nublados y por tanto las lluvias, reforzando los procesos explicados anteriormente.
Estas peculiaridades además representan un impedimento para el ascenso del aire cálido que se genera próximo a la superficie, confinándolo a la parte baja de la atmósfera.
El “polvo del Sahara” está presente entre finales de junio y mediados de agosto, alcanzando su pico en el mes de julio, etapa en la que limita la formación y desarrollo de ciclones tropicales, ya que produce un ambiente muy hostil para estos organismos, a tal punto que puede llegar a debilitar notablemente sistemas bien organizados, si entra este aire sahariano en su circulación.
Ha estado presente a lo largo de la historia, ya que todos los procesos que intervienen en su transporte están presentes cada año,, solo que a partir de las informaciones de los satélites meteorológicos fue posible su seguimiento y posterior estudio.
No se puede dejar de mencionar que, en dependencia de su concentración, las partículas que lo componen pueden tener efectos nocivos, sobre todo en personas que por algún padecimiento sean muy sensibles a sus componentes. Por ejemplo la ocurrida en junio de 2020, una de las mayores concentraciones registradas hasta la fecha y que se hizo presente en toda la isla. Por otro lado este material particulado en la atmósfera nos presenta vistas sui generis de amaneceres y atardeceres, opacando la luz solar a tal punto que es posible observarlos a simple vista.
Puesta de Sol en La Habana del 24 de julio de 2023.
