Quise regalarle un mundo, pero solo tenía un paquetico de galleticas de chocolate, insuficiente para mi agradecimiento. (…) se lo entregué como si fueran mil besos por devolverme la confianza. No sé su nombre, pero quiero imaginar que es Esperanza.
Quise regalarle un mundo, pero solo tenía un paquetico de galleticas de chocolate, insuficiente para mi agradecimiento. (…) se lo entregué como si fueran mil besos por devolverme la confianza. No sé su nombre, pero quiero imaginar que es Esperanza.