Fidel, una impronta permanente en la vida de Elián González (+fotos)
A sus 31 años de edad, Elián González Brotons agradeció el privilegio de acudir a sus vivencias con el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz para traerlo al presente en esa faceta más cercana, y a su vez con el compromiso de estar a la altura de su ejemplo y lo que hubiese querido para él.
Un cuarto de siglo lo separa de aquel 28 de junio del 2000, momento tan esperado en que un padre y su hijo aparecieron en el umbral y bajaron por la escalerilla de un avión procedente de Estados Unidos para reunirse con un pueblo volcado por completo a la lucha por posibilitar el regreso del niño náufrago.
Al acudir al Centro Fidel Castro Ruz para dialogar con jóvenes continuadores de ese legado y algunos de los protagonistas de las jornadas de movilizaciones gestadas por el líder histórico de la Revolución cubana, al hoy ingeniero y padre de familia le resultó imposible contener ciertas emociones al rememorar anécdotas con Fidel, en un plano más próximo y familiar que lo hacen sentir, dijo, como un padre, abuelo, amigo.
Para Elián, nombre con el quedó marcado para cubanos de varias generaciones, lo más difícil a través de los años fue conocer a Fidel de a poco y formarse una idea propia, distinta a la versión demonizada que le presentaban sus captores.
Confesó que de buena parte de ello se encargó el propio Comandante en Jefe, con las muestras de sensibilidad exquisita y su atención a cada detalle que le develaron una visión humana distinta a la del estadista.
Entre otras virtudes, reconoció los esfuerzos del líder revolucionario por devolverlo a su espacio en su Cárdenas natal, en la provincia de Matanzas, por evitarle la exposición indebida y protegerle de ser el foco de atención de la prensa y la comunidad.
González Brotons manifestó su agradecimiento a Fidel por ayudarle a tener una vida lo más acorde y pacífica posible, en compañía de la familia y la Patria, donde aseguró sentirse querido y realizado.
Llegar al hogar de cada una de las familias cubanas y contar con el aprecio y cariño de millones de cubanos, eso también es un regalo tremendo del Comandante y una deuda infinita con él de estar a esa altura, agregó.
René González Barrios, director del Centro Fidel Castro Ruz, afirmó en el encuentro que a la hora de escribir la historia del continente en el siglo pasado no podrán faltar las páginas referidas a Elián, así como el ejemplo de dignidad de su padre, Juan Miguel, y de todo el pueblo unido en la lucha por el retorno de uno de sus hijos.
Con apenas seis años de edad, el 22 de noviembre de 1999 la madre de Elián, Elizabeth Brotons, sacó al pequeño del país de forma ilegal.
El bote en que viajaban con rumbo a Estados Unidos naufragó en alta mar, ocasionando la muerte de 11 de los ocupantes de la embarcación, entre ellos la madre del niño, que fue encontrado aferrado a un neumático.
Tras ser rescatado por pescadores, Elián fue conducido a territorio estadounidense, donde se convirtió, tras el justo reclamo de su padre, en el centro de la batalla de todo un pueblo que no dejó de luchar por su regreso.
Al llegar a la Florida el menor fue entregado al cuidado de Lázaro González, un tío abuelo paterno residente en Miami, quien poco después, en abierta complicidad con la mafia anticubana, se opuso a todo intento de retornarlo a Cuba.
Ese fue el inicio de una larga batalla legal y judicial, ante la negativa de los grupos anticubanos de reconocer el derecho a la patria potestad de Juan Miguel y devolverle al niño, y de movilizaciones populares hasta conseguir su regreso el 28 de junio del 2000.
- ACN
