El combate de La Indiana, donde Antonio salvó la vida de su hermano José
Se trató de una acción militar en la que participaron tanto Antonio como su hermano José Maceo, ambos oficiales del Ejército Libertador. El suceso se inscribe como parte de la invasión a Guantánamo, dirigida por el Mayor General Máximo Gómez entre la segunda mitad de 1871 y 1872.
La historiografía recoge que el 4 de agosto Gómez dejó la impedimenta en la localidad de Limonar, escoltada por parte de sus combatientes. El Generalísimo se dirigió con el resto de la tropa, dividida en dos columnas, hacia una zona de cafetales guantanameros.
Sobre la marcha no encontró otra tropa enemiga que la guarnecida en el cafetal La Indiana, en terrenos del actual municipio El Salvador. Según ha trascendido, el cafetal estaba fortificado y las construcciones quedaban rodeadas de fosos y alambradas. Era un sitio bien defendido. No obstante, el general dominicano ordenó tomarlo a uno de los oficiales mambises.
En la primera embestida, el jefe del asalto cayó muerto. Fue entonces cuando Gómez designó al comandante José Maceo en el mando de la operación. Pero el combate continuaba sin la victoria cubana. Las bajas eran considerables. Incluso José Maceo se desplomó, herido de gravedad, sobre las trincheras del ejército colonialista.
El profesor José Luciano Franco, célebre por sus investigaciones sobre la vida del Titán de Bronce, contó en su libro Antonio Maceo. Apuntes para una historia de su vida, que cuando el dominicano se disponía a organizar la retirada, Antonio se presentó ante él y le dijo:
— General, tengo allí a mi hermano, muerto o herido grave, y no lo abandono en poder del enemigo.
De acuerdo con los apuntes de Luciano Franco, el futuro héroe de Baraguá fue puesto al frente del ataque:
(…) Ataca al frente de sus soldados, y, rápidamente, cortan alambradas, saltan fosos, incendian el fuerte, donde mueren todos sus defensores, con la excepción de uno que logró escapar, y rescata a su hermano para curarlo y salvarlo.
Armas y pertrechos en abundancia, ocupados en La Indiana, servirían para la continuidad de la invasión a Guantánamo, una campaña en la que Gómez no alcanzó la totalidad de los objetivos trazados, pero que contribuyó, entre otros aspectos, a la preparación de sus subordinados en operaciones de esa índole.
Por su parte, José sobrevivió a las heridas y combatió hasta el final de la Guerra de los Diez Años. Participó en la Guerra Chiquita y en la Guerra Necesaria. Pasó a la historia como uno de los jefes más valientes del Ejército Libertador y también salvaría la vida de su hermano Antonio en 1877.
(Tomado de CubaSí)