Escasez versus organización

En el punto de venta de gas licuado del reparto Armando Mestre, de Matanzas, ubicaron este martes 200 botellones del producto y había el doble de personas para tratar de comprar el combustible que le corresponde hace meses.

La conglomeración, con la correspondiente indisciplina de los clientes, no la provoca la falta del producto, sino la insuficiente organización por parte de la Empresa distribuidora.

Existen provincias que tienen bien organizada la distribución y con ello eliminan las colas, la ausencia a los centros de trabajo y otros malestares. Un ejemplo de esto es Camagüey.

En el tiempo que estuve presente en el área de despacho pude escuchar las más disímiles opiniones, todas contrarias al proceso de distribución y al sistema utilizado.

Cuba, con gran número de universitarios y técnicos en informática, tiene capacidad suficiente para crear una base de datos y divulgar, según tarjetón, el día que le corresponde a cada consumidor, listado que puede divulgarse en la página de la Empresa o donde determine la dirección del Instituto de Información y Comunicación Social del territorio.

No es un secreto que estamos viviendo un estrés de grandes dimensiones, por lo que en vez de incrementarlo debemos buscar fórmulas para atenuarlo y hacer más placentera la vida del ciudadano, que ya tiene bastante, con situaciones que se escapan de las manos.

Si no tenemos el personal con la capacidad suficiente para organizar la distribución del gas, podemos buscar ayuda con las provincias que ya tienen resuelto el método de distribución, pero el pueblo no puede seguir sufriendo con algo tan simple.