1 de mayo de 2025

Radio 26 – Matanzas, Cuba

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Ilustraciones de San Antonio de Cabezas

Quiero imaginar como eras antes, cuando Don Silvestre de Armentero consiguió las propiedades de la Merced, donde después crecieron modestas casitas de guano y tablas, y te fuiste haciendo pueblo.

Pedacito de cielo que cobija la historia del niño que un día fui. Quiero imaginar como eras antes, cuando Don Silvestre de Armentero consiguió las propiedades de la Merced, donde después crecieron modestas casitas de guano y tablas, y te fuiste haciendo pueblo.

Este 13 de junio, a la distancia de 202 años de historia, regreso a tu parque, y desde este banco solitario, en el que habrán descansado mis ancestros, voy al prólogo de Memorias de mi pueblo, San Antonio de Cabezas, la enigmática obra de Roberto Romeu García, que nunca vió la luz.

Me descubro entonces reposando en lo que fuera la finca del Sr. Juan Fernández de la Concepción, primero, y luego del Sr. Don Juan de Dios Aguiar y Amís, aquel rico hacendado que donó gran parte de sus tierras para que se construyera una iglesia, un cementerio, este parque, y la casita de mis ascendentes. Bravo Don Juan, aunque casi nadie te recuerde, aunque no exista un monumento para ti, este lugar te respira todavía.

Paso la página y me dejo seducir por la capacidad descriptiva de Romeu, puedo ver al padre José Antonio Rivera recopilando armas desde la clandestinidad para apoyar a los mambises cubanos, en la lucha contra el régimen colonial español. Ahí está Rivera, es 8 de diciembre de 1880, esta vez desafía los estigmas étnicos de la época y bendice a Paula Francisca y Benjamín, mientras hace realidad, la primera boda de la historia, por la iglesia, entre personas de diferentes razas en toda iberoamérica.

Que fuerza narrativa tiene este hombre, que sin mucho esfuerzo borra mi presente y me lanza al pasado, este 29 de agosto de 1885, el padre Herrera será nombrado primer hijo adoptivo de San Antonio de Cabezas. Le invento un rostro, tiene arrugas, los ojos grises y húmedos de emoción, sus manos tiemblan cuando recibe, ante la estampa de San Antonio de Pádua, el acta que lo convierte para siempre en persona ilustre de esta localidad.

Qué rara incógnita se esconde tras la placa que anuncia el nombre de una calle. Un nombre y un apellido que encierran una vida, una vida que supuso sacrificios en aras de conseguir algo notorio, y que lo señaló como digno ejemplo de aparecer consagrado en un lugar cimero, para que, al pasar el tiempo, quede como un homenaje inolvidable, aunque el viento del invierno, y el calor del verano, lo vayan sepultando entre la memoria de los que lo erigieron.

Y al decir una placa, sucede igual con un parque lleno de recuerdos, tanto en los días soleados o grises, como en las noches oscuras o claras; o con alguna casa rodeada de una aureola que la hace distinta a las otras. Cierro el libro, poco a poco el edén de Cabezas, recupera su color, vuelve el presente, lleno de hombres y mujeres humildes, que siguen haciendo historia, sobre la Merced de Don Silvestre Armentero, y tal vez, nunca lo sepan.

  • Tomado del perfil de Facebook del autor

1 comentario en «Ilustraciones de San Antonio de Cabezas»

  1. Hola buenos días. Doy de santa clara y quisiera algún contacto de la iglesia. Es para buscar la fe de bautismo de mí abuelo paterno. Cómo podré obtener alguna información de la iglesia. Desde ya gracias

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