A esta altura no tengo la certeza si Yanelis Lopez Mesa vendrá para
#Matanzas este 5 de agosto. Me lo dijo:
«simplemente no puedo, no puedo…»
Tenemos casi la misma edad y entrevistarla de lejos es fácil, creo que no podría mirarla a los ojos. Sin conocerla personalmente puedo decir que perdió al más grande amor de su vida.
En algún punto escribió: «Te dieron por desaparecido, aún no lo creo, de lo único que la vida no se dio cuenta, fue que desapareciendo tú, también desaparecieron de golpe mis deseos, mis sueños, mis oportunidades, mis esperanzas, mis planes y sobre todas esas cosas mis razones para avanzar».
Desde la cabina del informativo de Radio 26 todos hacemos silencio, en audio se escucha una voz rota. «Fueron los días más negros y duros de mis 32 años».
Duele editar y respetamos sus pausas y silencios que dicen mucho.
Estaba junto a su esposo cuando recibió la noticia.»Tengo que ir para Matanzas con la pipa, es urgente”.
Después vinieron las palabras preocupadas, el cuídate y aléjate del peligro. Vio partir aquel día a Raciel Alonso Martínez Naranjo, pipero en la Unión de Construcciones Militares (UCM) de La Habana.
Nos toca editar su audio para el radiodocumental y del lado de acá de la cabina la sentimos llorar. Ella revive a diario el desespero, la incertidumbre. Nuestro equipo de realización pidió su consentimiento, ella fue valiente.
Tiene días mejores que otros y el apoyo familiar ha sido valiosísimo. Supongo que vivir sin él, es vivir a medias. Hay muchas cosas que no tienen explicación y ella siente que Raciel la protege y le da fuerzas. Por eso escribe: «Te prometí que lograría hacer lo que en vida tú hubieras hecho y ésta ha sido mi máxima, y ha sido lo que me ha mantenido en pie, justamente lograr parte de lo que teníamos planeado hacer en vida juntos. Solo hasta que lo logre, prometo mantenerme y no derrumbar los pedazos que quedan de mí, una vez logrado mi propósito, solo la vida sabrá que me tiene preparado».
Le informamos de lo que se va a realizar por estos días. Me repite, «No estoy segura si pueda volver a Matanzas», pero sé que al terminar este texto ella viene por los dos.