Día Internacional de Homenaje a las Víctimas del Terrorismo: significado especial para Cuba
En primer lugar por el elevado número de acciones terroristas que organizadas, financiadas y alentadas desde los Estados Unidos han costado valiosas vidas y la pérdida de cuantiosos recursos materiales.
A esos planes dirigidos a desestabilizar la soberanía y tranquilidad del pueblo cubano, se une la inclusión de Cuba en la Lista Unilateral de Estados que supuestamente patrocinan el Terrorismo.
Esta es una determinación, justamente del país en el que se originan los actos terroristas, tiene un impacto negativo en todas las esferas de la sociedad cubana, al incrementar las dificultades para insertarse en el comercio internacional, realizar operaciones financieras y adquirir insumos básicos.
Pero pese al rechazo y las condenas internacionales, muchos terroristas se mantienen impunes, sin castigo, mientras que sus víctimas y familiares, en espera de la justicia.
Ejemplo de ello es el del caso del joven empresario italiano Fabio di Celmo, quien murió el 4 de septiembre de 1997 a causa del sabotaje producido en el hotel Copacabana, de La Habana.
Del acto perpetrado por terroristas pagados por la Fundación Nacional Cubano-Americana, y que tenía como objetivo afectar la industria turística de la nación caribeña el criminal Luis Posada Carriles dijo con su franco desprecio a la Revolución cubana y a la humanidad:
«Es triste que alguien haya muerto, pero no podemos detenernos. Ese italiano estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado».
Palabras con las que declaró su responsabilidad en el hecho, tal y como la tuvo en el estallido de la nave de Cubana de Aviación, frente a las costas de Barbados.
Las explosiones en los hoteles Copacabana, Tritón y Chateau-Miramar, así como en la Bodeguita del Medio, conmovieron a los cubanos y al mundo.
La muerte del muchacho de solo 32 años, demostró que el terrorismo es un acto inhumano que solo deja destrucción, sufrimiento y el fallecimiento de personas inocentes.