El imborrable legado del poeta y periodista Nicolás Guillén

Este 16 de julio culmina la Jornada Homenaje a nuestro Poeta Nacional, Nicolás Guillén, al conmemorarse el aniversario 35 de su deceso. Comenzó el día 10 de julio, con motivo de la fecha de su natalicio
El importante evento tuvo como propósito mantener vivo el legado literario y social del escritor y periodista, así como llevar su obra a distintos espacios del país.
Apuntes biográficos
Nicolás Guillén Batista, considerado el máximo exponente de la poesía afrocubana, nació el 10 de julio, en Camagüey, en 1902. Comenzó a publicar sus versos a los 18 años, en revistas como Camagüey Gráfico y Orto, en la ciudad de Manzanillo.
También en 1922 emprendió estudios de Derecho en la Universidad de La Habana, cuyas aulas abandonó, llevado por el desencanto plasmado en el poema “Al margen de mis libros de estudio”. El texto, publicado en el número inaugural de la revista Alma Mater, entre cuya directiva figuraba Julio Antonio Mella, tuvo notoriedad polémica en su momento.
Cuando retorna a Camagüey, dirige la revista Lys, y desempeña diversos oficios, entre ellos el de corrector de pruebas, y luego redactor en el diario El Camagüeyano.
Regresa a La Habana y se vincula con Fernando Ortiz. Conoce a Federico García Lorca. Su monumental creación, que le llevaría a alcanzar el reconocimiento internacional de escritores ilustres, irrumpe con su famoso libro “Motivos de son”, en 1930.
A ese esencial tomo, le siguen obras de una connotación extraordinaria, por citar las más relevantes, en la década del 30, “West Indies, Ltd.”, “Cantos para soldados y sones para turistas”, con prólogo de Juan Marinello.
También publica en México su texto “España. Poema en cuatro angustias y una esperanza”. En 1937, en plena guerra civil, viaja a ese país para participar en el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura. Ingresa al Partido Comunista de Cuba, en el que militará hasta su muerte.
Para las décadas del 40 y el 50 escribe en importantes periódicos y revistas. Aparecen sus cuadernos: “El son entero” y “Elegía a Jesús Menéndez”, homenaje al líder obrero cubano con quien había mantenido una estrecha amistad.
Participa en el Consejo Mundial por la Paz, en Praga y en Viena. Viaja a la Unión Soviética, a la República Popular China y a Mongolia. En Cuba publica “Las coplas de Juan Descalzo” y “Elegía cubana”.
A raíz del triunfo de la Revolución, escribe su soneto “Che Guevara” para el semanario Propósitos. Le siguen los textos “Poemas de amor”, “Tengo”, “Antología mayor”; y “El gran zoo”.
El poema más conocido dedicado a Ernesto Guevara fue “Che Comandante”, que leyó, precisamente, el 18 de octubre de 1967 en la Plaza de la Revolución José Martí, en La Habana. En 1969 se escuchan sus “Cuatro canciones para el Che”, muerto en Bolivia dos años antes. En 1972 publica “La rueda dentada” y “Diario que a diario”.
Surge el primer tomo de sus “Obras Completas”, y se le concede en Roma el Premio Viareggio.
Fue en 1983 que recibe en Cuba el Premio Nacional de Literatura, y desde entonces se suceden las ediciones de sus obras y nuevas recopilaciones de textos, como “Todas las flores de abril”, más las crónicas “América. Sueña y fulgura”, “En ala de nuestro tiempo” y “Al alcance del sueño”.
Presencia de Guillén en Matanzas
El Poeta Nacional Nicolás Guillén fue asiduo, en los años 80 del pasado siglo, a diversos eventos literarios convocados por la filial de la UNEAC en Matanzas. Sobre todo, gustaba de acompañar a la poetisa Carilda Oliver Labra. Tenía como escenario fundamental la casa de Tirry 81 y el Museo Palacio de Junco.
La propia Carilda lo consideraba un honesto y admirado amigo, trasnochador en tertulias poéticas yumurinas y experto en lides líricas, además de sus dotes como dirigente, de singular brillo.
Nicolás Guillén constituye figura cimera de la poesía cubana y de habla hispana a través del tiempo. En la actualidad diversos poemas suyos se han musicalizado tanto por prestigiosas figuras nacionales como extranjeras.
Conoció a consagrados intelectuales de Iberoamérica y Europa, a quienes involucró con los ideales del proceso revolucionario cubano.
El escritor y etnólogo Miguel Barnet ha expresado: “Guillén, fue un hombre de ideas muy avanzadas, de izquierda y sentó la plataforma de principios que rigen la UNEAC”.
La Jornada Guilleniana estuvo organizada por la Fundación Nicolás Guillén y sus filiales, con el apoyo de la UNEAC y otras instituciones.