Hapiness o la felicidad de Adrián Socorro

La capacidad para siempre sorprender al espectador es una cualidad que hace de Adrián Socorro Suárez un artista de altos quilates. Ya sea por la temática, los formatos, el discurso visual o la técnica empleada, la obra del creador exhibe una diversidad que la engrandece dentro del panorama de las artes plásticas.
Así sucede con Hapiness, la más reciente exposición de Socorro Suárez, inaugurada en la galería Pedro Esquerré, una muestra en la que el pintor, a partir de circunstancias concretas, abandona la paleta cromática que generalmente caracteriza sus pinturas para zambullirse entre tonos negros, azules, grises y blancos.
“Esta muestra es mi proyecto individual para Ríos Intermitentes, iniciado por la Doctora María Magdalena Campos Pons para la Bienal de La Habana que, entre otros valores, tiene la particularidad de que saca la Bienal de su contexto meramente capitalino y la trae a nuestra provincia.
“Como su nombre indica, Felicidad, en su traducción al español, es una serie que de alguna manera nos pone en circunstancias de hasta dónde hay tristeza en la felicidad y viceversa.
“La creé en apagón por eso los tonos son blancos, negros, grises y azules. Mi obra siempre ha sido colorida, con una paleta fuerte de rojos, amarillos, azules intensos.
“En esos momentos no tengo suficiente luz, pero no quise parar de trabajar. Entonces, esa felicidad o esa tristeza también habla de resiliencia, de cómo uno se apropia de medios para no detenerse en lo que cada quien haga y seguir trabajando”.
La exposición está integrada por una veintena de óleos sobre lienzo en diferentes formatos. El artista expresó también que en su tránsito por la pintura ha experimentado en absoluta libertad con casi todo, y verdaderamente muy rápido descubrió cuál era su camino.
“Encontré en la figuración una justificación, un punto de salida, una zona de despegue para manifestar mi criterio. En ello me cuestioné en algún punto qué es la realidad en sí y la representación de ella a partir de imágenes o hechos asociados a mi propia percepción de las cosas y la gente».
Cuando crea, Adrián suele reflejar seres cercanos, encontrar puntos de coincidencia entre sus historias de vida o fragmentos de ella y los trazos con su propia existencia: asume el reto de ser creador y creación al mismo tiempo.
“Así nace en mí la idea de las escenas vividas antes que las pensadas. A veces lo vivo aquí y descubro una foto del siglo 19 que describe mucho mejor lo que acabo de vivir en el ahora que habito, eso no me hace dudar y la uso.
“Esto me ha llevado a proponer historias, a recontarlas. Así mismo he recompuesto situaciones a partir de varios recuerdos fotográficos, míos o ajenos, que me llevan a inventar situaciones, a ficcionar realidades mías o de los otros”, expresó en su muro de Facebook.
Hapiness, como el grueso de la obra de su creador, obliga al espectador a explorar, confrontar, tomar partido acerca de esas experiencias propias o ajenas, que forman parte de la vida humana, al tiempo que siembra en ellos sensaciones individuales o colectivas, pero que no permiten que pase desapercibida.
“Estas obras nacen de un proceso desprejuiciado de selección de imágenes, sin importar el origen ni la época en que fueron tomadas, además de muchas fotos tomadas por mí como crónicas de una noche cualquiera, que resuenen con lo que quiero mostrar.
“Al final, lo importante es crear una obra resultante de esto, donde cada quien, sin haber estado, sin haberlo vivido, se sienta juez y parte de lo gozado”, agregó.
Hapinees constituye el proyecto individual del artista de la plástica Adrián Socorro dentro del proyecto Ríos Intermitentes, como parte de la Bienal de La Habana. Omar Rubio, vicepresidente del Consejo Nacional de las Artes Plásticas, estuvo presente en la inauguración.
La muestra se mantendrá expuesta en la galería Pedro Esquerré durante el mes de enero. Luego de esta exposición, Adrián Socorro recesará brevemente sus procesos creativos, tras haber creado cinco exposiciones en el transcurso de un productivo 2024.
“Para mí Hapiness es como una pausa que me tomaré porque ha sido un año bastante intenso de trabajo por compromisos que he asumido. Me mantendré descansando y también en mi estudio con las puertas abiertas como siempre y luego volveré. Es un honor inaugurar esta exposición, formar parte de la Bienal, que es el magno evento de las artes visuales en Cuba y espero que todos la disfruten”.
Graduado de la Universidad de Matanzas en la carrera de Licenciatura de Estudios Socio-culturales, Adrián Socorro es un artista de formación autodidacta.
Ganó la primera edición de Prisma, evento de ARTEMORFOSIS, plataforma de arte cubano contemporáneo, con la cual colabora desde el 2019. Fue miembro de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y presidente de la filial matancera durante varios años. Es miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba.
Ha obtenido becas de creación en el Salón Roberto Diago, de Matanzas; el premio Génesis, además, de galardones en el Leopoldo Romañach y Premio AHS en el Evento Nacional de Artes Visuales VISUARTE, de Cienfuegos.
Ha realizado varias exposiciones personales entre los que destacan SERUNOMISMO, Jardín, La delgada línea negra y ha participado en más de 20 exposiciones colectivas dentro y fuera de Cuba. Obras suyas forman parte de colecciones públicas y privadas.
Fotos: Félix González