De esa infancia que habita en el alma quedó impregnada la Sala Pepe Camejo, donde
Teatro de las Estaciones, junto a la compañía Gabi y Sofi y Rochy Ameneiro, celebró el
Día de los Niños.

La magia del grupo titiritero que abraza casi tres décadas de brillante trayectoria en cuanto al trabajo para las infancias, recorrió el pequeño auditorio, donde los asientos resultaron insuficientes ante una celebración digna de este hogar yumurino.
«Se es niño siempre que en el corazón permanezca esa pizca de ternura e ilusión», comentó sobre su experiencia en esta fiesta para la infancia el actor de Teatro de las Estaciones, Alejandro García.
Como «una oportunidad para celebrar el cumpleaños del grupo titiritero en la casa de Pelusín», calificó la cita Iriscelia Mantilla, joven actriz formada en la Unidad Docente Carucha Camejo.
La voz cálida de Rochy Ameneiro abrazó a los pequeños como es habitual en cada uno de los proyectos de la cantante.
«Llegar una vez más y celebrar junto a la compañía a la que me unen lazos colmados de felicidad e ilusión constituye un privilegio», confesó la fundadora del Encuentro Internacional de Artes para Las Infancias Corazón Feliz.

Cantar, soñar y compartir la alegría fue el motivo que trajo al dúo varaderense integrado por Gabi y Sofi, junto a otros niños apasionados por el arte, para regalar sonrisas, abrazos calurosos y canciones que versan sobre la paz, la niñez y la naturaleza, a las familias matanceras que el fin de semana último visitaron la sede de
Teatro de las Estaciones.

Con la premier del videoclip
Las Estaciones, a cargo de los realizadores Ivette Ávila y Ramiro Zardoya culminó el
Día de los Niños en la sede de
Teatro de las Estaciones.

Este regalo audiovisual, con música del compositor y arreglista matancero Raúl Valdés y colmado de dulzura en la voz de la cantante Olga Blanco, constituyó uno de tantos homenajes realizados al grupo titiritero en el aniversario número 30 de su fundación.

Iluminar la infancia, soñar como ellos y plantar semillas en forma de arte, magia e ilusión es el propósito que a tan solo semanas de su esperado cumpleaños, abriga a este colectivo teatral, el hogar de generaciones matanceras, la casa del Carnaval, de las lunas y los soles,
Las Estaciones.