Se necesitan críticos cinematográficos

Quizás no nos percatamos, pero los críticos de arte especializados en cine escasean en el país. Hemos contado con un numeroso grupo de talentosos cronistas, que aparecieron en la televisión o los medios, pero la mayoría rebasaba los 60 años.
A escala provincial, TV Yumurí salió décadas atrás con un espacio dedicado a esa temática, conducido por Lincoln Capote, en Radio 26 se escuchaban esporádicamente criterios del profesor Jorge Jiménez y el periódico Girón sí tuvo una sección y su crítico, el periodista Fernando Valdés Free, con la colaboración además del experimentado Mario Rodríguez Naite, sobre todo vinculados con la UNEAC y los estrenos de las salas de cine existentes, que se fue perdiendo con el tiempo.
Y vale el comentario, porque resulta importante recalcar la importancia de cultivar al pueblo en el conocimiento de los detalles de este arte, que por su impacto visual y cognitivo se introduce directamente en la conciencia de los espectadores.
Esto alcanza mayor trascendencia cuando se ha divulgado la creación del grupo temporal de trabajo para el desarrollo del cine cubano. Su objetivo es la protección de la identidad y de la espiritualidad nacional.
Se ha planteado una futura Ley de Cine, la cual permitirá valorar las transformaciones jurídicas, tecnológicas y materiales que se requieren para el quehacer cinematográfico en Cuba, entre las que aparece el pago a los productores por el derecho de exhibición de sus obras, tanto por el ICAIC como por la televisión nacional.
Todo parece indicar que existe un interés generalizado por atender las necesidades que demanda el llamado Séptimo Arte.
Por nuestra parte, sería oportuno también valorar el incremento de los cronistas cinematográficos como una vía de enfocar ante los públicos, los mensajes de cada obra de arte o de las que no lo son, como se valoró recientemente en el Instituto Nacional de Periodismo José Martí.