Ensalza pueblo cubano a los científicos en su Día
Cada 15 de enero la mayor de las Antillas celebra el Día de la Ciencia Cubana como elocuente remembranza a la dedicación y los logros de la comunidad científica de nuestra Isla, ponderando el cimero papel que ocupa la ciencia en el avance y comprensión del mundo que nos rodea, así como en el propio desarrollo de nuestra nación.
La jornada conmemora, por sexagésima cuarta ocasión, la histórica frase pronunciada por nuestro Comandante en Jefe en igual fecha en el paraninfo de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, hoy Museo Nacional de Historia de la Ciencia y la Tecnología y que, en el cumpleaños 20 de la Sociedad Espeleológica de Cuba, esbozó las bases de la política de formación humana y el desarrollo profesional y científico de la Revolución, al significar la necesidad de construir para el país, un futuro de hombres de ciencia y pensamiento.
Entre exposiciones, conferencias, seminarios, coloquios, forums y demás actividades, el Día de la Ciencia Cubana deviene catalizador de la investigación científica del país e inspiración para las actuales y futuras generaciones.
Y aunque el campo de la biomedicina cubana ha sido el de mayor acogida por la comunidad científica global gracias a importantes medicamentos como el Nasalferón, la Biomodulina T, Jusvinza, así como las vacunas contra el coronavirus y otras infecciones, nuevas variedades de plantas, biofertilizantes y bioplaguicidas, tecnologías de micropropagación de cultivos, nuevas máquinas de cosecha, vacunas veterinarias y demás iniciativas son prueba fehaciente de los esfuerzos que, en materia de investigación, innovación y protección del medio ambiente, se impulsan en nuestra Isla.
El Día de la Ciencia Cubana ensalza el accionar de grandes estudiosos cubanos como Carlos Juan Finlay, Tomás Romay, Álvaro Reynoso y Juan Guiteras Gener, entre muchos otros, cuyo legado aún trasciende entre quienes desafían las barreras de la ignorancia con modestia, sacrificio y responsabilidad para materializar ese futuro de hombres de ciencia que nuestro Comandante en Jefe solicitó y constituye entonces un recordatorio de que la curiosidad, la exploración, la investigación y la cooperación científica continúan siendo pilares fundamentales de la sociedad contemporánea.
