28 de julio de 2025

Radio 26 – Matanzas, Cuba

Emisora provincial de Matanzas, Cuba, La Radio de tu Corazón

¿Por qué afianzarnos a los problemas si ya los conocemos?

Nuestros problemas son reales, pero afianzarnos a ellos como único relato nos roba el presente y debilita la fuerza para construir el futuro. Elijamos conscientemente qué alimentamos en nuestras palabras y encuentros.  
Vivir en Cuba implica desafíos diarios que todos compartimos. Reconocer esta realidad no es ignorancia, pero convertirla en el único tema de conversación –en la familia, el trabajo o entre amigos– profundiza nuestro estrés colectivo. Cuando cada diálogo se reduce a enumerar carencias, perdemos la riqueza del intercambio humano: ideas, sueños, cultura o simples momentos de alegría ajena a la crisis.
El refrán «A mal tiempo, buena cara» no es evasión, sino sabiduría práctica. Si lamentarse resolviera algo, sería justificado. Pero como no es así, insistir en el lamento solo agota el alma y nubla la creatividad necesaria para navegar en la adversidad. La Biblia lo dice: «De la abundancia del corazón habla la boca». Si nuestro corazón solo almacena penurias, ¿qué espacio queda para la esperanza?
Propongo, para cambiar el enfoque. Dediquemos al menos la mitad de nuestros encuentros a temas que alimenten el espíritu: un libro, música, proyectos personales, anécdotas positivas. Concentrémonos en lo que sí podemos hacer. Cumplir con nuestra parte, sin comparaciones ni excusas, genera pequeños avances reales. Al igual que capear el aguacero con dignidad. La resiliencia cubana es legendaria. Usémosla no solo para sobrevivir, sino para proteger nuestra alegría y conexiones humanas.
Nuestros problemas son reales, pero afianzarnos a ellos como único relato nos roba el presente y debilita la fuerza para construir el futuro. Elijamos conscientemente qué alimentamos en nuestras palabras y encuentros.

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