Se incrementa ligeramente la proporción de mujeres propietarias de tierra en Cuba

Los datos ofrecidos indican que, aunque los hombres continúan siendo mayoría entre los propietarios de tierras agrícolas en el país, aumenta gradualmente el número de mujeres titulares, sobre todo en el grupo de 50 a 64 años.
El análisis parte de un indicador que considera la propiedad de la tierra como un derecho legalmente reconocido y se centra en la paridad de género.
A través de este indicador, se evalúa el grado en que las mujeres están en desventaja frente a los hombres en los derechos de propiedad y tenencia de tierras agrícolas, un aspecto esencial para comprender las brechas que aún persisten en el ámbito rural.
La estadística también identifica un cambio en la participación masculina, con una ligera disminución de usufructuarios y un aumento de propietarios directos, lo que podría reflejar ajustes en las dinámicas de uso, control y formalización de la propiedad rural.
En la provincia de Matanzas, según los datos ofrecidos por Iris Rodríguez Nogueira, funcionaria de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), se confirma esa tendencia.
Existen 150 cooperativas agropecuarias, de ellas 55 de Producción Agropecuaria (CPA) y 95 de Créditos y Servicios (CCS), que agrupan a 26 083 asociados, entre los cuales 5 486 son mujeres, lo que representa el 21,3 por ciento (%) del total.
Rodríguez Nogueira destacó que la participación femenina ha ido en aumento, especialmente en las CCS, donde su presencia es más notoria.
“Cada vez son más las mujeres que administran sus propias fincas o integran estructuras de dirección dentro de las cooperativas. Su aporte es decisivo para la producción de alimentos y el desarrollo local”, puntualizó.
Los datos anteriores solo indican que es necesario reforzar las políticas de acceso, capacitación y liderazgo que impulsen el protagonismo de las mujeres rurales.
Promover la equidad en la tenencia de tierras no solo es un asunto de justicia social, sino también una condición indispensable para el desarrollo sostenible del campo cubano.