Alma y matanceridad
Las artistas cubanas oriundas de Matanzas, Georgina Herrera Cárdenas y Ana Pérez Herrera, manifestaron por medio de sus poesías y compuestos musicales, respectivamente, la gran admiración que sienten por sus raíces afrodescendientes y el orgullo desprendido de sus poros al saberse hijas de su Patria.
Con motivo de realzar sus contribuciones a la cultura matancera y a toda una nación, el museo Palacio de Junco, en colaboración con el Centro de la Música, dedicaron un espacio para homenajear a las insignes figuras en compañía de sus familiares y colegas.
“A esas mujeres que han sido humilladas, maltratadas y discriminadas por muchos años debido a prejuicios raciales y de género, va dirigida esta actividad que pretende tocar las fibras más sensibles de cada uno de los aquí presentes”, expresó Yaisel Feria Sigas, comunicadora del Centro provincial de Patrimonio Cultural, en el discurso inaugural de la actividad.
África, poema distintivo de la joya de la poesía, fue reproducido y disfrutado por el público gracias a su riqueza léxica y fácil entendimiento, con el detalle de estar vocalizado por la misma autora.
La eterna cimarrona de las letras cubanas, nombre adjudicado por el Portal de la Radio Cubana, es proveniente del municipio de Jovellanos y posee como otro de sus muchos talentos el don de la escritura, con una antología bilingüe titulada Cimarroneando como testigo de ello, donde refleja mediante sus poemas el amor hacia su Isla y antepasados.
Por otro lado, la invitada especial, Ana Pérez Herrera, honró la gala con su espíritu jovial y anécdotas colmadas de valentía y éxito, a pesar de la oposición de su padre a los poemas y los comentarios hirientes hacia la raza negra, aún más recrudecido en las féminas.
Es una mujer de un calibre enorme, la cual debemos escuchar y referenciar por su inmenso legado como integrante del grupo musical Los Muñequitos de Matanzas y marinera que defiende las costumbres y tradiciones de la zona donde nació.
“Me siento muy feliz debido a los preparativos del Centro provincial de Patrimonio Cultural y otro conjunto de asociaciones involucradas, de celebrar por adelantado mi cumpleaños 74 y por el simple, pero significativo hecho de aprovechar dicho momento para enaltecer mi acervo cultural y el de la entrañable Georgina Herrera”, manifestó la estrella de la jornada.
Vestidos utilizados por la también hija de San Lázaro y la Santísima Caridad del Cobre fueron mostrados mientras era de conocimiento colectivo el trasfondo cultural detrás de ellos. Para sorpresa de los espectadores el atuendo que usara Pérez Herrera en la primera gira de la agrupación por la ciudad de New York, Estados Unidos, resultó un cálido obsequio de la portadora del mismo para los organizadores de la ceremonia.
Algunas de las propuestas musicales corrieron a cargo de aficionados de la Casa de Cultura Bonifacio Byrne, alumnos de la Escuela Profesional de Artes de Matanzas y Anneris y sus muchachos, quinteto que cumple 25 años de fundado en fechas venideras y cuya gloria y antigua directora, Anneris Cánovas recibió flores al igual que Pérez Herrera por su distinguida labor.
Olga Lidia González Monguía, especialista del museo Palacio de Junco y la principal encargada de la gala, constató el papel crucial que desempeña la figura femenina de descendencia africana en la actualidad y los valores incrustados que porta a pesar de los golpes y desdenes de la vida.
Aunque oriundas de pueblos diferentes, tanto Georgina como Ana, nacen en la primera mitad del siglo XX, son afrocubanas y sus lugares de crianza tenían muy arraigada la cultura de sus orígenes, sin olvidar además, que son consideradas glorias de la cultura de un país que jamás olvida a los grandes hijos.
Liz Lauren García Hoyos, estudiante de Periodismo
