Como un proceso complejo y de suma cautela valoró Esteban Grau, vicepresidente de la Sociedad Espeleológica de Cuba, la extracción de tres de los proyectiles que permanecían en la bahía de Matanzas como evidencia de los ataques a la Batería de Peñas Altas durante la Guerra Hispano-Cubano-Norteamericana en 1898.