A un año de la explosión del Hotel Saratoga quedan el respeto de un país para las víctimas y sus familias; la certeza de que es imprescindible aprender de esa experiencia y de su investigación, para prevenir riesgos, para garantizar prácticas muy seguras en todas las instalaciones; el agradecimiento a los hombres y mujeres que rescatan y salvan con maestría y temeridad.
hotel Saratoga
Con sus últimos ahorros en la mano, llega la joven y pregunta el precio de los ramos de rosas y girasoles en una de las florerías de la calle Río. Es 14 de febrero. Pregunta el precio. “Dos mil pesos”, responde el vendedor. “¿Todos cuestan eso?”. “No, cada uno”, rectifica el hombre