Al Maestro universal (+Audio)
Bajo la luz de la historia
honrar nos honra en enero,
al más grande, al más sincero
Apóstol de la victoria.
Cuba, atestada de gloria
lo abraza en cada sonrisa.
Su alma cual aurora irisa
a su América estimada
y su lírica encantada
ofrece voz a la brisa.
Triste se siente la mora
al perder su perla amada,
mientras Massicas, cascada
de riquezas, ciega añora;
Pilar, bondad atesora
sus zapaticos ofrece.
Bebé su alma engrandece
su espada obsequia seguro.
y a Loppi de cada apuro
el camarón restablece
Quiso el destino que en mayo
vislumbrara su final.
Quiso el sol desde el umbral
recibirlo en su caballo.
Quiso el destino que el ayo,
guerrero de pluma y mente,
como hálito ascendente
partiera a la eternidad,
como apreciada deidad
el Maestro combatiente
Al Sol, cual Parca y colega
brindó la última mirada,
y en la luz de la alborada
aún su lustre navega.
Martí de lucha y entrega
forjaste nuestra nación.
Fue tu partida, razón
de inmortales pensamientos,
fruto de fuertes cimientos
guardados de corazón.
Noche en su traje sumida
triste su mirar, funesto;
mas su cuerpo firme, enhiesto
defendió a Cuba oprimida.
De oratoria distinguida
y convicción inmortal
aura, fulgor colosal,
ternura, humildad indemne
de cubanos, el solemne,
el más grande, universal.