18 de mayo de 2024

Radio 26 – Matanzas, Cuba

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“Del clarín, escuchad el sonido…”: nacimiento del patriota Perucho Figueredo

El 18 de febreo de 1818 nació Perucho Figueredo Cisneros, el autor del Himno Nacional. Así de sencillo se dice y cuánta historia palpita en la vida de ese bayamés, paradigma de abnegación y entrega a la independencia de Cuba.

 

“Del clarín, escuchad el sonido…”: nacimiento del patriota Perucho Figueredo

El 18 de febrero de 1818 nació Perucho Figueredo Cisneros, el autor del Himno Nacional. Así de sencillo se dice y cuánta historia palpita en la vida de ese bayamés, paradigma de abnegación y entrega a la independencia de Cuba, quien siendo abogado, poeta y propietario rural, no dudó en ofrecer sus riquezas a la lucha libertaria contra el yugo español.

Reseñan los historiadores que la música la compuso en la clandestinidad y después, cuando con audacia fue tocada en público, surgió la inspiración de la letra, mientras cabalgaba por la plaza. Era agosto de 1868, dos meses antes de la gesta de la Demajagua.

Figueredo tituló su obra La Bayamesa, y la publicó en el periódico El Cubano Libre, el 27 de octubre de ese año.

La belleza, vigor patriótico y armonía del contenido, llama al combate y conserva la pasión emocionante del primer día. El Apóstol José Martí publicó su letra y música el 25 de junio de 1892 en el periódico Patria, cuando preparaba la nueva contienda independentista que estalló el 24 de febrero de 1895.

La vida del patriota Perucho Figueredo fue íntegra y consecuente con sus ideales. Desde que tuvo noticias de que Carlos Manuel de Céspedes se había alzado con sus esclavos y marchaba hacia Bayamo, declaró: “Yo iré con Carlos Manuel a la gloria o al cadalso”, y se lanzó al campo del honor.

Cooperó en la Toma de Bayamo y en el gobierno provisional de Céspedes fue su secretario de Despacho al constituirse la República en Armas.

Enfermo por las penalidades de la manigua, mientras se reponía en un campamento mambí, fue capturado por el general español Valmaseda, conducido a Santiago de Cuba y fusilado en 1870.

El ejemplo de Perucho Figueredo quedó plasmado en la aguerrida melodía, que retumba a lo largo del tiempo en el corazón de los cubanos, cada vez que entonamos nuestro Himno Nacional.

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