Sinfonía de jonrones pone delante a Matanzas en la semifinal
Los Cocodrilos mordieron duro, durísimo, en su primer choque semifinal ante unos Leñadores que se mostraron indefensos y con deseos de que el juego-pesadilla terminara rápido, con la mente enfocada en que nadie es tan bueno como cuando gana, ni tan malo (su caso) como cuando pierde.
Lo de este sábado en el parque Victoria de Girón de Matanzas fue un acto de avasallamiento, de poder brutal: cinco jonrones, dos de ellos con par de corredores en circulación y el ex Grandes Ligas sacudió sus dos primeros palos de vuelta entera en su regreso a los torneos cubanos de béisbol.
No hay mucho que decir del partido: el marcador lo dice todo (12-0). Desde el primer inning los matanceros golpearon sin piedad, como quien batea avisado. Lo mismo hacían swing de cercas que empujaban la pelota para donde deseaban.
Sumaron 16 jits, entre ellos cinco palos de vuelta entera, los más productivos salieron de los maderos de Yurisbel Gracial y Yordanis Samón, y el primero de ambos aprovechó sus cuatro viajes al plato para pegarle con rabia a la pelota, después del bambinazo sacudió tres cohetes y en total impulsó cuatro carreras y anotó dos. Con esos números se ganó el premio MVP de JR.
También el cácher Andrys Pérez tuvo noche perfecta (3-3) con cuadrangular y doblete incluidos, y al líder en average del segmento preliminar, Alexander Pozo, va a ser difícil sentarlo por ahora tras ligar de 3-2.
En el banquete solo Erisbel Arruebarrena quedó con el plato vacío, pero su aporte fue con el guante, hermético y virtuoso en cada lance.
Y con ese respaldo ofensivo, Yoannis Yera solo tuvo que tirar por la zona para sacar outs. En cinco entradas, admitió un jit y entregó un boleto (el único de todo el choque por ambos bandos), al tiempo que ponchó apenas a tres, todos en el segundo inning.
A su oponente Dariel Góngora le leyeron cada picheo y no pasó del segundo tramo, dejando el marcador irremediablemente a favor de sus antiguos compañeros de equipo.
Las Tunas sabe que su contrincante es muy poderoso, el más poderoso de la liga invernal. Armado hasta los dientes, pero no es invencible. Depende este domingo de que el intranquilo Yadián Martínez maneje mejor a la potente alineación de los Cocodrilos, quienes, en cambio, tratarán de aprovechar el momento sicológico del primer éxito con César García en el montículo.
Por experiencia en postemporadas, el derecho de Granma tiene currículo, pero es su primer trabajo en la Liga y sus anteriores salidas fueron en la serie provincial de su terruño. Cosas del violín y la guitarra.
A lo mejor, el mentor Abeisy Pantoja hace algunos retoques en el lineup, pero no han de ser muchos, pues tiene sobre la grama lo mejor disponible.
Este domingo también comienzan las acciones en el estadio 26 de Julio de Artemisa, donde los anfitriones recibirán a Industriales con el domador de Leones Geonel Gutiérrez, el zurdo que firmó en la pasada serie nacional el segundo juego perfecto en el béisbol cubano ante sus rivales de turno en un choque decidido por súper nocaut en cinco entradas.
Los Azules dependerán de su mejor carta de la rotación en la temporada: Remberto Barreto.
.Norland Rosendo/ Juventud Rebelde