Doble rasero mediático: el silencio de los ‘odiadores’ ante las protestas en EE.UU.
En las primeras horas de la mañana, al revisar las redes sociales, me detuve en Russia Today, un medio que suele abordar acontecimientos globales desde una óptica realista. Uno de sus despachos analizaba el reciente endurecimiento de las políticas migratorias bajo la administración de Donald Trump, medidas que desataron protestas masivas en Estados Unidos, con choques violentos entre manifestantes y la policía, saqueos, y cientos de detenciones.
Lo llamativo no fue solo la magnitud de los disturbios —que llevaron al gobierno estadounidense a desplegar más tropas en zonas conflictivas que las que tuvo en Irak durante la guerra—, sino el silencio cómplice de los llamados «odiadores»: aquellos perfiles y medios que, cuando se trata de Cuba, convierten cualquier incidente aislado en un «estallido social» con cobertura mediática a páginas llena.
¿Por qué no se habla de «crisis humanitaria» o «fracaso del modelo»? Ejemplo: Si esto ocurriera en Cuba, ¿cómo lo titularían BBC, El País o Miami Herald?
Pero como es en los EE.UU. los medios occidentales minimizan la violencia o la atribuyen a «casos aislados», que decir de las redes sociales. Los «odiadores» (cuentas pagadas o afines a la derecha) no viralizan con hashtags como #SOSUSA o #TrumpDictador.
¿Por qué este Silencio?
Simplemente por intereses geopolíticos. Estados Unidos como «faro de la democracia» no puede ser cuestionado igual que sus enemigos. Hipocresía ideológica, los mismos que acusan a Cuba de «represión» justifican la mano dura de la policía en su país.
Ellos saben que la información es un arma. Quienes controlan el relato imponen su verdad.
