Por sociedades más justas y equitativas
La celebración de este año fue un llamado a construir sociedades más justas y equitativas, donde cada persona cuente y tenga oportunidades para vivir dignamente. Especialmente es un día para observar a detenimiento el fenómeno del envejecimiento poblacional en la Isla.

Cada 11 de julio se celebra el Día Mundial de la Población, una fecha impulsada por la ONU desde 1989 para reflexionar sobre los desafíos y oportunidades que trae el crecimiento poblacional.
Esta efeméride nació tras alcanzar los 5 mil millones de habitantes en el mundo y hoy la cifra ya supera los 8 mil millones, lo que plantea retos como la sostenibilidad ambiental, el acceso a servicios básicos y la equidad social.
En 2025, el Día Mundial de la Población pone el foco en cómo garantizar el bienestar colectivo en un planeta en constante transformación, invitando a mirar más allá de las cifras y a centrar la atención en el acceso a educación, salud, trabajo digno e inclusión para todas las personas.
El crecimiento poblacional no es igual en todo el mundo, mientras algunas regiones enfrentan un rápido aumento de jóvenes, otras lidian con el envejecimiento de su población, lo que exige modelos de desarrollo sostenibles y resilientes.
La celebración de este año fue un llamado a construir sociedades más justas y equitativas, donde cada persona cuente y tenga oportunidades para vivir dignamente. Especialmente es un día para observar a detenimiento el fenómeno del envejecimiento poblacional en la Isla.
El envejecimiento poblacional es el proceso por el cual aumenta la proporción de personas mayores (generalmente de 60 años o más) dentro de una población, mientras disminuye la proporción de niños y jóvenes. Esto ocurre, principalmente, por dos razones: la gente vive más años gracias a mejores condiciones de vida y salud, y nacen menos niños debido a la baja natalidad.
En Matanzas, la natalidad ha seguido disminuyendo, en 2024, se registraron poco más de 5,000 cifras muy por debajo de los casi 8,000 nacimientos anuales que tenía la provincia en décadas pasadas. Además, al cierre de 2024, el número de fallecidos superó al de nacimientos, lo que, sumado a la migración, está reduciendo la población del territorio.
Este descenso de la natalidad acelera el envejecimiento poblacional, cada vez hay menos niños y jóvenes, y el grupo de personas mayores de 60 años sigue creciendo, como ocurre en toda Cuba, donde el 24.4 por ciento (%) de la población ya supera esa edad./