Rearme europeo: una escalada que amenaza la paz mundial

Foto tomada de la BBC.
El proceso de rearme que se gesta en Europa, impulsado por los principales gobiernos del continente bajo el auspicio de la OTAN, representa una peligrosa regresión hacia los tiempos de la confrontación armada y la lógica de bloques. Desde Cuba, nación que ha defendido históricamente los principios del pacifismo, la soberanía y la no injerencia, observamos con profunda preocupación cómo se reconfigura el tablero geopolítico europeo en favor de la militarización.
La reciente reunión de líderes europeos en Copenhague, en la que se discutió el fortalecimiento de capacidades bélicas ante la supuesta amenaza rusa, no puede entenderse como una simple medida de defensa. Se trata de una estrategia que responde a intereses ajenos a los pueblos de Europa, diseñada para alimentar el complejo militar-industrial y consolidar la hegemonía de potencias que han hecho de la guerra su principal herramienta de dominación.
Francia inspecciona buques rusos, drones sobrevuelan Dinamarca y se multiplican las maniobras militares en el Báltico. Todo esto ocurre mientras millones de europeos enfrentan crisis económicas, desempleo y deterioro de sus servicios públicos. ¿Dónde está la prioridad? ¿En proteger a los ciudadanos o en servir a los intereses de quienes lucran con la guerra?
Cuba, que ha resistido más de seis décadas de bloqueo y agresiones, sabe bien lo que significa vivir bajo la amenaza constante. Por eso, alzamos nuestra voz para denunciar esta escalada armamentista que no busca la paz, sino perpetuar la confrontación. Reafirmamos que la seguridad no se construye con misiles ni con bases militares, sino con cooperación, respeto mutuo y diálogo entre naciones.
El rearme europeo no es una respuesta legítima a los desafíos globales. Es una provocación que pone en riesgo la estabilidad internacional y que desvía recursos que deberían destinarse al bienestar de los pueblos. Hacemos un llamado a los gobiernos del mundo a rechazar la lógica de la guerra y a construir un orden internacional basado en la justicia, la equidad y la paz.
Porque como dijera Fidel: “Las ideas no necesitan armas, mientras sean capaces de conquistar a las multitudes». Hoy más que nunca, necesitamos ideas, no ejércitos.