Homenaje a Gerardo «Pipo» Horta, emblema del espectáculo en Matanzas
La gala homenaje a los 50 años de vida artística de Gerardo «Pipo» Horta Gutiérrez, reconocido bailarín, coreógrafo y comediante musical, devino símbolo de la historia del espectáculo nocturno en Matanzas, cuyo esplendor fue notorio en la década del 80 del siglo pasado con la existencia de más de cinco cabarés en la Ciudad de los Puentes.
«Pipo» Horta ha mantenido su vínculo con las artes escénicas, bailarines, músicos y personalidades de la cancionística, enseñando su arte a las nuevas generaciones con repercusión en Varadero, la capital del país y otras naciones, unido a la admiración y el respeto que inspira en esa profesión.
zPor ese motivo un elenco de lujo se agrupó en la Sala de Conciertos José White, bajo la dirección artística del maestro Carlos Telot, para congratular al destacado matancero.
Asimismo, acudieron al homenaje la primera secretaria del Partido en Matanzas, Susely Morfa; el director provincial de Cultura, Osbel Marrero; y José Manuel Espino, presidente de la Filial de la UNEAC, además de otros dirigentes.
La gala, en su exquisita concepción al emplear diversos géneros de la música cubana, se dividió en cuatro segmentos, con el hilo principal a cargo de la excelente orquesta Jazz Band Casino Bellamar, dirigida por el maestro Bruno Villalonga, Premio White 2022.
Actuaron los cantantes Alfonsito Llorens, Julia Osorio, Olga Blanco, Carmen Lidia Maden y la musicalísima Beatriz Márquez, para cerrar con la interpretación del propio Horta en su cualidad de comediante musical. El público ovacionó cada número interpretado, así como la elegante participación del proyecto Noria y sus esculturas vivientes.
El recordado bailarín del cabaret El Pescadito recibió el reconocimiento de las autoridades, de la Empresa de la Música Rafael Somavilla y de artistas visuales de la provincia.
Fue una gala de alto vuelo artístico, que demostró las grandes potencialidades que posee esa manifestación, tan añorada por los matanceros, en el anhelo de estremecer las noches apacibles de la Atenas de Cuba con momentos de complicidad entre la necesaria diversión y el arte espectacular del cabaré.
