José Martí a 128 años de la inmortalidad

Hay hombres que pasan por la vida y no se ocupan de dejar huellas, otros no se percatan, ni siquiera, de que están pasando por la vida, pero hay quienes, sin querer, y solamente con el pensamiento enfocado en ayudar a las demás personas y a pueblos enteros, hacen que su vida deje una inmensa huella.

La esencia de esta tierra caribeña estuvo siempre en el Héroe Nacional José Martí, desde su vestir negro de luto por Cuba, hasta cada pequeño trabajo intelectual que realizó. Es indiscutible que en cada momento de creación Martí tuvo presente lo cubano, término que, si bien no apareció de manera explícita, se convirtió en el «leitmotiv» de gran parte de su obra.

Sin embargo, la prosa y el verso del Apóstol no lo satisfacían enteramente. En mayo de 1895 comprendió que necesitaba más para cumplir con la Patria. La tarde del día 19, mientras Martí montaba su caballo y se hizo blanco de una ofensiva española, tres disparos atravesaron su cuerpo. Caía en combate y de cara al Sol, como predijo en uno de sus poemas, a los 42 años de edad, el hombre que había hecho de la anhelada libertad de la Isla su inspiración.

Cuba lloraba a uno de sus líderes. Hoy, a 128 años de aquel fatídico hecho que estremeció hasta a los más longevos combatientes de la gesta, queda resumida la existencia y el deceso de José Martí en sus propias palabras cuando expresó: “La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”.