Primero de Enero: El sueño de Martí
El Grito de Independencia impulsado desde el 10 de octubre de 1868 por Carlos Manuel de Céspedes vislumbró su clímax tras una serie de incontables frenesís insurrectos el primero de enero de 1959, cuando la victoria de las fuerzas revolucionarias lideradas por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz puso fin al régimen dictatorial de Fulgencio Batista.
Este triunfo no solo devino parteaguas para el rumbo sociopolítico de la Isla, sino que además materializó el cambio que anhelaba la población ante un mandato previo basado en la corrupción, la represión política y las desigualdades sociales, consolidando los cimientos rebeldes del Moncada con Fidel, Ernesto Guevara y Camilo Cienfuegos como sus principales paradigmas.
Los valientes del Directorio Revolucionario, la Federación Estudiantil Universitaria y los combatientes clandestinos de Santiago de Cuba, así como otros frentes diseminados por la Isla, dieron un estratégico y sustancial apoyo al Movimiento Revolucionario 26 de Julio para, replicando la gloriosa Invasión a Occidente que antaño efectuaban Antonio Maceo y Máximo Gómez, extender el bregar rebelde a todo el país.
Las Batallas de Santa Clara y Yaguajay jugaron entonces un papel crucial para que las fuerzas del Che y Camilo lograran debilitar el dominio militar de Batista, quien terminó huyendo de la nación y, con ello, se abrió paso a la triunfal entrada de las fuerzas insurrectas a La Habana.
Un nuevo capítulo comenzaba en la mayor de las Antillas, que pese a los crecientes retos internos y externos, concretó un importante número de transformaciones sociales, económicas y políticas en pos de la educación, la salud, la redistribución de la tierra y el bienestar de los cubanos, sobre la base de la justicia, la equidad y la soberanía e identidad nacionales.
A 65 años del histórico triunfo de la Revolución, Cuba rememora con orgullo a quienes ofrecieron su vida por hacer realidad el sueño libertario de José Martí y, pese a los constantes desafíos, aquel acontecimiento continúa denotando la pujanza de un país renuente a doblegarse ante la injerencia norteamericana y pertinaz en su afán de luchar por su autodeterminación y prosperidad.