25 de enero de 2025

Radio 26 – Matanzas, Cuba

Emisora provincial de Matanzas, Cuba, La Radio de tu Corazón

Árbol navideño, tradición, alegría y esperanza

Ciertamente, esta tradición de antaño es hermosa y le otorga energía positiva y alegría a esta época.

Según la historiografía cristiana, cuando los primeros fieles llegaron al norte de Europa, descubrieron que sus habitantes celebraban el nacimiento de Frey, dios del Sol y la fertilidad, adornando un árbol perenne, en la fecha próxima a la Navidad

Es posible que el primer árbol navideño, como se conoce en la actualidad, surgiera en Alemania, donde se implantó por primera vez en 1605 para ambientar el frío del periodo invernal. Con gran rapidez esta tradición se expandió por otras regiones del antiguo continente y también hacia otras partes del mundo.

Hoy en día está muy popularizado el uso de árboles artificiales, de plástico y otros materiales sintéticos. Se decoran con adornos como bolitas de colores, luces, estrellas, campanas, lazos, guirnaldas u otros ornamentos, en dependencia de la creatividad y los recursos.

Ciertamente, esta tradición de antaño es hermosa y le otorga energía positiva y alegría a esta época. Históricamente en Cuba es usual ver en esta etapa los arbolitos en muchos hogares, decorados por la propia familia y los pequeños de la casa, así como también se encuentran en comercios, tiendas e instituciones hoteleras como parte de la ambientación navideña.

Este año, sin embargo, muchas familias de mi barrio y me atrevo a decir que del país aún no se animan a repetir el gesto decorativo que marca el inicio de la temporada invernal, un ritual sencillo pero lleno de significados, sacar las cajas de adornos, probar que todavía funcionen las luces, armar ese pequeño símbolo de esperanza en medio de nuestras dificultades cotidianas.

Las razones son muchas, ciertamente los constantes apagones, la escasez de recursos básicos y comida, los altos precios, la emigración entre otros disímiles problemas actuales, afectan la habitual celebración y la ilusión navideña que cada año identificaba los hogares cubanos a pesar de las acostumbradas limitaciones

Tal vez lo más recomendable es armar el arbolito, aunque este año no se puedan comprar adornos ni luces nuevas. Decorarlo con sencillez y con los recursos que tengamos a mano, no solo ayuda a desarrollar el ingenio y la creatividad personal o familiar, también constituye un acto simbólico, de tradición, de buenas vibras, de esperanza y fe en que un futuro mejor para Cuba puede ser posible

(Con texto tomado de Cubaplusmagazine)

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