14 de octubre de 2024

Radio 26 – Matanzas, Cuba

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Único en Cuba con visa para viajar fuera de la Tierra

Sí, era Arnaldo Tamayo Méndez, el guantanamero, cubano que en señal de identificación el 18 de septiembre de 1980, anunció desde la órbita circunsterrestre que el vuelo conjunto Unión Soviética-Cuba, era real.

La Revolución cubana y la integración que por la década del 80 del siglo XX, existía entre los países del desaparecido campo socialista, hicieron posible que el primer -y hasta hoy-, único cosmonauta de toda América Latina, fuera un joven de origen afrodescendiente y tan humilde que desde pequeño tuvo que trabajar para ayudar a su familia.

La voz de aquel muchacho que con apenas los 13 años vendía periódicos y anunciaba sus servicios como  limpiabotas, fue la misma, sólo que un poco más gruesa, que se escuchó proveniente del cosmos.

Aquí Taimyr-2, aquí Taimyr-2, desde la nave cósmica pilotada Soyuz 38 el comandante Yuri Romanenko y el ciudadano de la República de Cuba Arnaldo Tamayo Méndez.

Sí, era Arnaldo Tamayo Méndez, el guantanamero, cubano que en señal de identificación el 18 de septiembre de 1980, anunció desde la órbita circunsterrestre que el vuelo conjunto Unión Soviética-Cuba, era real.

Ese día, a las tres de la tarde con 11 minutos, el fuego de motores autopropulsados permitió el despegue desde el Cosmódromo de Baikonur, en Kazajstán, del cohete portador que colocó en órbita la nave Soyuz 38, con la tripulación integrada por Yuri V. Romanenko y Arnaldo Tamayo, junto a otros dos cosmonautas soviéticos Leonid Popov y Valeri Riumin.

Dentro de quienes integraron las delegaciones de alto nivel que acudieron al lugar para despedir a los tripulantes-inventadores estuvo el General de Ejército Raúl Castro, entonces Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

La conquista del cosmos, siempre ha requerido cuantiosos recursos financieros y un alto nivel de desarrollo científico-técnico, razón por la que el vuelo formara parte del Programa InterCosmos, impulsado por la desaparecida Unión Soviética.

Ese programa que integraba a los países miembros del entonces Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME), facilitaba la gestión y ejecución de experimentos que servían de utilidad económica y científica para el progreso investigativo en países de menos recursos.

De ahí que el equipo de la Soyuz 38, luego de 128 vueltas alrededor de la Tierra y una semana de trabajo estudiara las leyes de la Física y la Biología en el espacio cósmico, la compatibilidad psicológica de las tripulaciones y la meteorología, además de tomar fotografías de nuestro planeta desde el cosmos.

Temas como la influencia de la ingravidez sobre la conducta humana, su sistema inmunológico, la percepción visual, el metabolismo y posibles mutaciones genéticas, fueron estudiados por los cosmonautas cubano y rusos.

Especial atención le otorgaron al campo de la teledetección de la atmósfera al analizar los vínculos entre la nubosidad y la estructura de la atmósfera tropical en el Atlántico Norte, el mar Caribe y el golfo de México en las temporadas de ciclones y de frentes fríos.

Y en todo ese capítulo de la historia se inscribió Arnaldo Tamayo Méndez, el cubano que tras el triunfo de la Revolución aprovechó cada oportunidad de superación y 44 años después de su proeza sigue siendo un ejemplo de tenacidad, honradez, modestia, amor y compromiso con la defensa de la Patria.

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