Diosdado Ramos, Figurín, heredero de la rumba con sentimiento
En La Marina, Cuba y el mundo, todos lo conocen por Figurín, aunque este joven rumbero, que asume la dirección artística de la emblemática agrupación Los Muñequitos de Matanzas, lleva con mucho orgullo el mismo nombre de su padre, Diosdado Ramos, líder de ese colectivo imprescindible en la música y las tradiciones de esta isla.
Mientras se preparan para el «proyecto más importante e inmediato: celebrar la primera edición del Festival de la Rumba “Guaguancó Matancero”, que tendrá lugar entre el 12 y el 15 de febrero de 2026 y será una oportunidad para reivindicar la salud de la rumba en Cuba», Figurín compartió con CubaSí sus opiniones, precisamente, sobre el presente y futuro de esta expresión raigal de nuestra cultura:
«Nuestros ancestros se han asegurado de que el legado esté a buen resguardo a través de esas familias que mantienen nuestra cultura y tradición. Lo podemos ver en las casas templos, en otros proyectos que existen e insisten en la conservación del patrimonio rumbero. No obstante, creo que se necesita un poco de más apoyo institucional, recordando que la rumba es parte identificativa de nuestro país, que en cualquier parte del mundo que esté su representación va más allá de una agrupación, es la presentación de una parte de nuestra sociedad, es cultura cubana llevada al mundo».
Poco antes de «formar» su Guaguancó Matancero, Los Muñequitos estará participando en la décima edición del Festival de la Salsa en Cuba, lo cual es, al decir de Diosdado Ramos hijo, un placer y una satisfacción, pues desde hace un tiempo estábamos esperando la invitación, sobre todo por la oportunidad de compartir con grandes artistas y amigos del panorama nacional e internacional.
Figurín está convencido de que el aporte fundamental de la rumba matancera a este evento será «recordar las raíces, el legado y el patrimonio no solo cultural, que es la rumba, sino específicamente musical; que para todos los músicos presentes sea un recordatorio de dónde están los verdaderos orígenes».
Además, aprovecha la conversación para felicitar a Maykel Blanco y todo su equipo de trabajo, porque «llegar a una décima edición de cualquier festival es demostrar la constancia, la organización y el esfuerzo por mantener un evento que es importante para la música, no solo popular bailable, sino para la música cubana en sentido general, que muestra los valores de nuestra música y, sobre todo, estimula su desarrollo».
Maykel Blanco y Los Muñequitos de Matanzas han colaborado musicalmente. A propósito, expresó Figurín: «era una idea que se venía cocinando desde hace un tiempo en conversaciones entre Maykel y yo. Cuando finalmente surgió la oportunidad, los Muñequitos ahí estuvimos con toda la buena energía y fuerza que nos caracteriza, y la Salsa Mayor con una potencia realmente admirable. El tema, creo, refleja el carácter real de la colaboración, mucha hermandad y disfrute entre las agrupaciones.
«Cada intercambio, en este caso con una agrupación que defiende un género diferente al nuestro, nos trae enseñanzas. Primero, que la profesionalidad se impone, se defiende sea cual sea el género, tradicional o contemporánea; eso no es lo que define, sino la seriedad y disciplina con la que se asume el trabajo, y segundo, el compartir ideas entre artistas solo puede enriquecer a ambos, se diversifican los puntos de vista y también la visión del arte, en sentido general. Eso es importantísimo», agregó.
Más de 70 años se dice rápido, pero en el caso de Muñequitos, es una vida larga hecha con muchas manos y corazones que bombean, al mismo tiempo, sangre y rumba, eso lo afirmo con la experiencia de quien creció, como ellos, a orillas del San Juan, pero Figurín lo confirma con la autoridad de ser parte activa de esa historia:
«Me atrevo a afirmar que ha sido por el empeño de mantener el legado generación tras generación, desde el propio ámbito familiar incluso, heredando sobre todo el amor a la rumba y consolidando el trabajo de Los Muñequitos con una responsabilidad tremenda, pues tantos años de historia no se pueden perder. También sumando otras iniciativas, como la academia La rumba soy yo, proyecto que suma a la comunidad y a todos los amantes de la rumba al aprendizaje, y que también se asume con total seriedad y compromiso por parte de los profesores involucrados, porque ahí también está la continuidad, no solo para fomentar el desarrollo de futuros artistas, sino que inculca el amor y el conocimiento hacia el género, y solo así puede ampliar y diversificar los públicos».
Para la despedida, Figurín reservó un mensaje al público que asistirá al Festival de la Salsa: «les puedo asegurar que La Leyenda del Guaguancó llegará con toda la fuerza y energía que nos caracteriza. Hablo en nombre de la agrupación. Será un momento de buenas vibras y esperamos nos acompañen a celebrar con Los Muñequitos de Matanzas».
- Giusette León García/Cubasí
