En la UNEAC está la fuerza
La Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) es una organización social con fines culturales, que agrupa en su seno, con carácter voluntario y siguiendo el principio de selectividad, a los escritores y artistas cubanos.
La UNEAC celebra hoy, 22 de agosto, sus 63 años. Llega a este aniversario inmersa en necesarias transformaciones y segura de que la unidad en la diversidad y el esfuerzo virtuoso y comprometido que la caracterizan, son la única garantía del mantenimiento de una cultura cubana viva, auténtica y dignificante.
“Primero se ha cambiado en la percepción de lo que es la UNEAC. Había un concepto muy elitista, muy de individualidades, grandes obras, pero de una manera muy reservada. La UNEAC ahora se ha convertido en una organización transformadora y eso se agradece mucho porque vivimos en una sociedad que necesita todo el tiempo de transformaciones.
“En ese mismo espíritu el trabajo comunitario, que es una vocación que hemos descubierto más recientemente porque no estaba vista así en los inicios, es uno de los elementos que nos distingue y creo que somos una UNEAC también más dialogante.
“No falta quien quiera ver a la Unión como contraparte de las instituciones culturales y nada más erróneo que eso; nosotros más que contraparte somos quienes acompañamos.
“Somos conciencia crítica de lo que ocurre con la cultura en cada espacio donde la representamos, pero somos parte de ella, No nos sentimos ajenos ni miramos desde la distancia para enjuiciar”, afirmó José Manuel Espino Ortega, presidente de la filial de la UNEAC en Matanzas.
En la dimensión comunitaria de la cultura se halla una de sus fuerzas; de ahí que la vinculación de la organización con los proyectos socioculturales que enriquecen y diversifican la vida espiritual, ocupe un lugar relevante en el quehacer de la organización.
“Hay grandes y muy buenos proyectos comunitarios aquí, pero a la vez hay grandes oportunidades que no hemos descubierto, hay muchas cosas a las que no nos hemos acercado.
“El compromiso es ver dónde es más útil la UNEAC o el artista para lograr transformar. Eso es un reto que tenemos, no hemos logrado detectar todos esos lugares todavía, no estamos llegando a donde debiéramos llegar todo el tiempo, a pesar de que hay una magnífica programación cultural aquí. Es bueno sentir que todavía tenemos retos porque eso nos da vitalidad, nos hace empeñarnos más”.
Los jóvenes forman también parte viva dentro de la organización. Sus aportes son innegables y a ello se debe el respeto que han conquistado entre todos los miembros, el acompañamiento constante de sus mayores.
“Tenemos un mayor compromiso con ser parte de lo que significa la cultura de un lugar y eso nos ha permitido diálogos más directos, más provechosos y más respetuosos, sobre todo con los jóvenes, que aportan tantas cosas sería un error enorme sentir que nosotros vamos a apadrinar a los jóvenes.
“No, los jóvenes todo el tiempo nos enriquecen a nosotros. Nos acercamos a ellos porque nos mueven, nos llevan a un diálogo más contemporáneo con todos.
“Como ese tipo de relación con los jóvenes es también la relación con la sociedad; es importante que la UNEAC tenga más una mirada de no acomodarnos, de sentir que todo está hecho y dicho. Nos quedan muchas cosas por hacer y eso nos mantiene vivos, con nuevos desafíos que se enfrentan desde el cariño a la institución”.
Alejada del culto al ego, la Unión optó por el camino que protege el derecho a la creación individual y colectiva, al tiempo que preconiza el compromiso y la interacción con la sociedad dentro de la que estaba insertada. Con ello también asume plenamente su nombre.
Estrechar vínculos con las organizaciones es fundamental para el fortalecimiento de la UNEAC en Matanzas. “A la vez que conviertes en aliadas a todas esas instituciones se hace un poco más fácil que los grandes artistas que nos distinguen y nos dan gloria sean más protagonistas de la cultura.
“Es el único modo, el diálogo honesto y claro, limpio, profundo y crítico porque, insisto, no es de ninguna manera complaciente. No seremos una UNEAC complaciente, ya no hay tiempo para eso, sino renovadora y que también tiene que renovarse a sí misma porque no es pedir que el otro cambie y tú mantenerte estático en una pose de dios griego al que nada lo toca ni nada lo conmueve.
“En ese sentido hemos acumulado mucha experiencia durante todo este tiempo, y ese tiempo lo tenemos a favor. Ello ha significado que tenemos muchas personas importantes a favor nuestro, aportando una obra valiosísima y no pensando solamente en cumplir, no es un momento de cumplir sino de ser esenciales para la sociedad y la cultura. No se nos perdonaría que lo hiciéramos de otro modo”.
Importantes frentes concentran la atención hoy de la UNEAC matancera. Entre ellos la relación cultura-turismo es de los temas recurrentes en cualquier escenario donde estén presentes los representantes y miembros de la organización.
“Lo primero es que no se puede enjuiciar sin ser parte; por ejemplo, en la relación cultura-turismo yo siento que hay un reto vital y es que todas las partes nos damos cuenta de que la única manera de acercar el gran arte al turismo es no llevarlo sino traerlos.
“Confiar en la necesidad de un trabajo extrahotelero y que las empresas logren vender los espectáculos de nuestros artistas en los mismo lugares donde son protagonistas, en las mismas instituciones porque esa sería la vivencia que nada puede sustituir.
“Los hoteles son espacios donde se puede ofrecer cultura y también alta cultura, pero no todo el tiempo; ni podemos esperar que toda nuestra alta cultura esté subordinada a un hotel”.La ciudad y su patrimonio, los valores culturales requieren también de la mirada crítica y alentadora de la UNEAC, en un complejo escenario. “Una de las cosas que más nos debe preocupar siempre es el patrimonio porque podremos perder muchas cosas, pero hay otras que no podemos darnos el lujo de perder porque Matanzas seguirá siendo la Atenas de Cuba y eso está en nuestras manos.
“Hay compromiso con instituciones culturales que necesitan un respaldo. Tengo la seguridad de que la intención es de apoyar en este momento complejo. Sin un discurso triunfalista, con los pies en la tierra, podemos hacer más cosas.
“Hay que valorar el gusto estético de ciertos lugares porque también estamos para eso, para advertir, para decir cosas que nos preocupan y otras que debieran respetarse”.
Con la certeza de que la cultura es escudo y espada de la nación, la filial matancera de la UNEAC busca nuevos espacios para interactuar con la población a través de las manifestaciones artísticas.
“Uno de esos espacios necesarios es la Tertulia de la matanceridad pues expresa la preocupación por lo nuestro, por lo que nos pertenece y por lo que debemos salvaguardar.
“La UNEAC es casa de muchos y diferentes espacios que seducen para mi gusto como es el Café mezclao, donde se reverencian las grandes personalidades de la cultura matancera, de colocarlas en el lugar que merecen y dedicarles un día desde el respeto y el amor hacia su obra.
“Creo mucho en Proyecto en casa, de reciente creación, gracias al que os proyectos comunitarios llegan hasta nuestra sede. A veces nosotros vamos a su lugar pero es bueno que vengan aquí y propongan y veamos lo que son capaces de hacer en esta casa que es de ellos; además, el Te conté dedicado a las personas de la tercera edad que vienen aquí para reunirse lo mismo alrededor de un abanico que de un collar.”.
Como uno de los propósitos que mantienen entre sus prioridades la UNEAC se encuentra fomentar oportunidades de superación e intercambio entre sus miembros y con la comunidad, intención que caracteriza las actividades que se desarrollan en la casona de la calle Milanés.
“Tenemos también la peña del Maíz Regado, que en el caso de los niños la promoción de la lectura es tan importante. Cada día se hace más difícil la promoción de la literatura porque vivimos en un mundo muy audiovisual y las personas olvidan el valor del libro”.
La UNEAC es una organización que defiende hoy más que nunca la cultura, la educación auténtica, el fomento de la lectura y la práctica del arte, como elementos enaltecedores del enriquecimiento cultural y espiritual, en pleno combate contra lo burdo, lo grosero y la chabacanería, disfrazados de productos artísticos populares.
“Eso tiene que ver también con bienes mayores espirituales que hemos tenido durante mucho tiempo y que es bueno que los consolidemos, que nos acerquemos, que los validemos desde una organización como la nuestra. Sigo pensando que la UNEAC está obligada a mantener esos espacios de resistencia cultural”.
El concierto, Miércoles de poesía, La guillotina, el salón de exposiciones Esteban Chartrand, son solo algunos espacios que, junto a la participación activa de la UNEAC en la programación cultural de la provincia, contribuyen a reafirmar el acompañamiento de la organización en todos los frentes para el desarrollo de la cultura.
A su vez, es propósito permanente consolidar la unidad entre los creadores y con el pueblo, destinatario y protagonista a la vez de las manifestaciones culturales.
Entre los desafíos que se le imponen en el futuro más cercano a una de las instituciones rectores de la política cultural del país, se encuentra el X Congreso, donde los matanceros estarán representados.
“Será un gran desafío porque desde allí se dispondrán las líneas de trabajo para los próximos años y trazará los frentes de combate porque la UNEAC es también un perenne combate a favor de la identidad, la tradición y la cultura.
“Hay un gran compromiso de los artistas, pero hay también grandes preocupaciones. Ese será en encuentro legítimo para repensar qué esperamos de la nueva UNEAC porque ese sentido de renovación nos lleva a construir una nueva organización todo el tiempo, sobre todo en un momento como este en el que los creadores han demostrado que, más allá de cualquier carestía, existe la voluntad de crecer y seguir ofreciendo el gran arte para todos porque es el derecho de todos.
“Confío en que será un Congreso con soluciones, no solo con preguntas y de búsquedas de nuevas proyecciones para la UNEAC”.
Se han dado importantes pasos de avance hacia ese frente gracias a los cuales la organización muestra mayor madurez, responsabilidad y compromiso con el propósito de consolidarse como la entidad que nuclea a la vanguardia artística en la Atenas de Cuba.
“Ha ganado mucho en los últimos tiempos, la UNEAC tiene hoy una visibilidad que antes no tenía, hay una mirada muy respetuosa para la UNEAC y debemos responder a ese respeto desde la obra y nos toca construir”.
Concierto de trova, espacios habituales dentro de la casona de Milanés, el reconocimiento a fundadores y miembros destacados, son algunas de las actividades que dedica la filial provincial de la UNEAC en Matanzas a su aniversario.
El tiempo transcurrido ha servido para reafirmar la importancia de la fundación, hace 63 años, de la organización como espacio permanente de intercambio, análisis, discusión e impulso a las ideas más revolucionarias.
Ha sido una trayectoria intensa e imprescindible al hablar de la cultura cubana en el último medio siglo. La cultura es el sostén mismo del proyecto, columna vertebral de las ideas y de la satisfacción de las demandas espirituales del pueblo. De ahí la importancia de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.