Premio Brene a Lea Hernández: «He trabajado como estilista todos los géneros teatrales»
La Asociación de Artes Escénicas de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en Matanzas confirió el Premio Brene 2025 por la obra de la vida a la estilista, profesora y actriz Lea Milagros Hernández Sánchez.
El jurado estuvo integrado por la profesora, bailarina y coreógrafa Liliam Padrón Chávez; el actor, director y Premio Nacional de Teatro 2020 Rubén Darío Salazar Taquechel; y el dramaturgo y director de la Casa de la Memoria Escénica Ulises Rodríguez Febles. La galardonada, Lea Milagros Hernández, con la diáfana sencillez que le caracteriza, respondió a una entrevista para Radio 26.
Lea expresó que «durante 54 años de servicio para las tablas, he practicado mi especialidad en todos los géneros escénicos y audiovisuales, vinculada a grandes personalidades y acontecimientos de nuestro arte y poseo una extensa carrera como pedagoga.
«Mi acercamiento al teatro se produjo en el año 1971 con la zarzuela Cecilia Valdés, dirigida por Armando Soler», dijo la premiada. «Fue el inicio de mi larga colaboración con el Grupo Lírico de Matanzas».
Desde entonces mantuvo su nexo profesional con el teatro Sauto y otras agrupaciones yumurinas en sus producciones como peluquera, maquillista y en algunas como bailarina y como actriz bajo las direcciones de Pedro Vera y René Fernández.
«El maquillaje de caracterización es muy complejo», indicó, «pues hay que transformar los rostros de acuerdo con los personajes».
El Premio BRENE 2025 a Lea Milagros Hernández, destacada estilista, actriz y profesora, le fue entregado por el presidente de la UNEAC matancera, el escritor José Manuel Espino, en acto oficial efectuado en la sala de Teatro de las Estaciones, en la ciudad yumurina.
Apuntes sobre la trayectoria de Lea Milagros Hernández
Lea Milagros Hernández Sánchez (Matanzas, 22 de marzo de 1954). Maquillista y peluquera escénica. Durante 54 años de servicio para las tablas ha practicado su especialidad en todos los géneros escénicos y audiovisuales, vinculada a grandes personalidades y acontecimientos de nuestro arte, y posee una extensa carrera como pedagoga.
Su acercamiento al teatro se produjo en el año 1971 con la zarzuela Cecilia Valdés, dirigida por Armando Soler, en el inicio de su larga colaboración con el Grupo Lírico de Matanzas en calidad de prestación de servicios, ya que por entonces trabajaba en la peluquería Primor.
Desde entonces mantuvo su nexo con esa agrupación en sus producciones como peluquera, maquillista y en algunas como bailarina.
Paralelamente, asumió desde su especialidad las presentaciones en el Sauto –el cual no dispuso de personal propio hasta 1974–, y se mantuvo en el teatro durante la década del 70.
En noviembre de 1976, Lea se formalizó como trabajadora de Cultura al pasar a la dependencia de Servicios Técnicos, donde se mantuvo hasta 1990. Allí cubrió actividades artísticas, galas y festivales de la provincia, como el Festival del Carbón, el del Creador Musical Rafael Somavilla, las Semanas de la Cultura en los municipios, sin desatender el teatro.
Fue fundadora del circo Atenas, en cuya carpa itinerante se mantuvo dos años viajando por los municipios y ejerciendo las múltiples tareas que demanda la escena circense: desde maquillaje hasta remendar carpas. También trabajó para espectáculos de cabaret, sobre todo en el desaparecido Antillano, así como carnavales y otros, sin alejarse de la escena del Sauto.
En la década del 80 se vinculó al Conjunto Dramático de Matanzas, donde trabajó su especialidad para obras de Brene, Chéjov e hizo con Albio Paz estrenos como Siete locos de película o Cordelia de pueblo en pueblo.
En 1984 entró al grupo Papalote –dirigido por su esposo René Fernández– para realizar ayudantía de animación para esa obra monumental que fue El gran festín y desde entonces trabajó como titiritera en puestas para niños como Romance del papalote que quería llegar a la luna, La nueva mensajera y las del ciclo afrocubano como Obiayá fufelele, El tambor de Ayapá y Los ibeyis y el diablo, con las cuales viajó a festivales y giras internacionales. Además, realizó maquillaje para piezas como La zapatera prodigiosa.
Dentro de ese colectivo también asumió dos importantes protagónicos como actriz en obras para adultos: Convocando a Carilda, donde asumió a la ilustre poetisa matancera, y Clitemnestra o el crimen, unipersonal dirigido por Pedro Vera, que obtuvo premio de puesta en escena en el Festival del Monólogo.
En materia de superación profesional, en 1977 Lea pasó estudios de maquillaje en la capital y luego ofreció su primer curso en la Escuela de Superación para Instructores de Arte de Matanzas, donde simultáneamente se graduó como instructora en la especialidad de Teatro.
Desde entonces se ha mantenido vinculada a los espacios educativos para adultos y jóvenes, sea en ese centro o en la Escuela de Instructores René Fraga Moreno, de la cual fue fundadora. Además, ha intervenido en la capacitación de directores artísticos de Varadero, cursos emergentes y brindado expo-conferencias.
Como maquillista-peluquera de primer nivel, en el Sauto ha trabajado para espectáculos de todas las manifestaciones (teatro, ópera, ballet, danza, música popular y clásica, infantiles, humor, entre otros), con personalidades como Omara Portuondo, Frank Fernández, Elena Burke, José Antonio Rodríguez, Rosita Fornés, Beatriz Márquez, Moraima Secada, Roberto Sánchez, Aurorita Basnuevo y Mario Limonta, María Elena Pena, “Chaflán”, Frank Domínguez, Anneris Cánovas, Ivette Cepeda, Conchita Torres o su querida amiga, la bailarina Liliam Padrón, en una enorme relación donde también caben artistas de la escena internacional.
Durante años Lea Milagros ha mantenido una estrecha relación con los medios audiovisuales, con labores de su especialidad para TV Yumurí y la televisión nacional, sea en la programación habitual, videoclips, teleplays u otros dramatizados.
Por su hermosa y fructífera carrera recibió la distinción La Tórtola, que otorga la Dirección provincial de Cultura.
(Investigadora Amarilys Ribot)
