El legado del Ateneo, historia y caída del templo del deporte en Matanzas

El Ateneo Aurelio Janet, inaugurado en 1977 en ocasión del Torneo Internacional de Boxeo Giraldo Córdoba Cardín, atesoró numerosos eventos deportivos, hasta convertirse en el espacio que acogió las actuaciones de la selección masculina de baloncesto de la provincia. El colapso de su cubierta, el 18 de mayo de 2009, trajo consigo un vacío en la cultura deportiva del territorio matancero.
Este suceso trágico no significó pérdidas mortales de vida en una instalación en la que entrenaban atletas de las diferentes categorías del deporte en Matanzas y la que muchas veces acogía la abarrotada frecuencia del pueblo en sus gradas.
Un colchón de relleno creado a partir de las numerosas capas de impermeable puestas en la cubierta del Ateneo, para así contrarrestar la filtración, provocó un gran incremento en el peso de esta, deteriorando así la estructura metálica y las losas de Spiroll hasta su colapso en mayo del 2009.
«Existían señales de que había deterioro, había muchas filtraciones, pero no se sabía que había un problema en ese nudo. Sí en ocasiones anteriores había un dictamen que decía que se habían colocado muchas capas de impermeable una sobre otra y se orientaba retirarlas todas y colocar una sola porque eso provocaba un incremento muy grande del peso sobre la cubierta. Imagínate que había alrededor de 40 o 50 cm entre relleno, impermeable, racilla, de peso muerto allá arriba.
«Eso evidentemente atentaba contra la resistencia, pero además, como la última capa ya se estaba filtrando, todo ese colchón de relleno y de cosas que había por el medio era como una gran cisterna, un acumulador de agua. El Ateneo se filtraba cuando llovía, goteaba y toda esa agua quedaba retenida, o una parte de ella, en esas capas de impermeable», explicó el Msc Héctor Alfonso Pérez, ex Ingeniero Principal de la Empresa provincial de Arquitectos e Ingenieros de Matanzas (EMPAI).
En el momento del derrumbe se descartó cualquier posibilidad de reconstrucción sobre lo que había quedado, la estructura se encontraba totalmente colapsada.
«Se ejecutaron trabajos y variantes para restablecer una nueva instalación como en lo que en su momento fue el Ateneo. Existe un proyecto mucho más completo de lo que era, con varias funciones. Integra todo el complejo deportivo y bueno, lamentablemente, y aunque no es el criterio definitivo, porque no soy el inversionista, pero hasta donde sabemos, lo que nos han explicado es que la falta de financiamiento y la situación económica del país ha sido una de las causas fundamentales por las que no se ha podido emprender esta obra», comentó Luis Hernández, director de la EMPAI.
«En el 2018, con motivo del aniversario 325 de la ciudad de Matanzas se incluyó la construcción del polideportivo en el programa, el cual tampoco se concretó, puesto que los escombros del inmueble tardaron varios años en ser recogidos», según detalló el corresponsal del periódico Granma en Matanzas, Ventura de Jesús García.
La reconstrucción del Ateneo representa una necesidad inminente para una provincia que es una de las pocas que no tiene una instalación deportiva techada.
«Hoy existe un proyecto más completo, donde podrá practicarse boxeo, voleibol, baloncesto, las modalidades de la lucha, artes marciales e incluso fútbol sala. Es una idea palpable, la cual se ha visto parada durante 16 años por la situación económica que atraviesa el país. Es el deseo de las autoridades reconstruir el polideportivo, pero la falta de la aprobación de la inversión económica para iniciar el levantamiento de esta instalación representa una duda en su futuro», explicó José Luis Gándara Martínez, director del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) en Matanzas.
Los recuerdos de quienes crecieron asistiendo a eventos deportivos en el Ateneo son invaluables. Desde los emocionantes partidos del Torneo Nacional de Ascenso de baloncesto hasta los intensos combates de boxeo, este lugar fue testigo de hazañas y rivalidades que marcaron la historia deportiva de la provincia.
Comentó John J. Vila Acosta, vecino de la comunidad en el reparto Camilo Cienfuegos, que la atmósfera que se vivía en cada encuentro era tal que se le conocía como «la olla de presión del baloncesto en Cuba», por la gran cantidad de personas que se aglutinaban en la sala del polivalente. La pasión desbordante de los aficionados, muchos de ellos jóvenes deseosos de estimular a sus ídolos como Allen Jemmott y Dani Torrientes, creaba un ambiente difícil de igualar.
Gándara Martínez recordó también aquellas ligas élite con el equipo de Matanzas, casi siempre estando entre los primeros lugares del país, a lleno total, incluso había que cerrar las puertas porque la población era demasiada. En esa época representaba lo más espectacular del deporte porque el béisbol no estaba en su mejor momento y, sin embargo, el baloncesto movía el sentir de Matanzas.
El Ateneo no solo fue utilizado para los eventos deportivos, también acogió actividades culturales con la presencia de actores de telenovelas, festivales de rock, presentaciones del Circo Nacional, brindando casi semanalmente una cartelera de espectáculos para la población matancera.
La reconstrucción del Ateneo no es solo un reclamo del deporte matancero, sino una necesidad comunitaria. Se trata de revitalizar el espíritu deportivo, fomentar la participación juvenil y rescatar un símbolo de identidad para miles de personas que crecieron bajo su techo.
El retorno de un polideportivo en condiciones dignas permitiría retomar disciplinas que hoy carecen de espacio para desarrollarse. Representaría no solo un homenaje al pasado glorioso, sino una inversión estratégica en el futuro del deporte en Matanzas.
El Ateneo Aurelio Janet fue cuna de hazañas, testigo de pasiones y emblema del deporte local. Su reconstrucción sería un acto de justicia con la memoria histórica y un compromiso con las nuevas generaciones de atletas matanceros.
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